Por Agroempresario.com
En una conferencia de prensa celebrada el jueves por la tarde, el Gobierno argentino anunció una baja “temporal” de las retenciones a los principales cultivos del campo, así como la eliminación “de forma permanente” de las alícuotas para las economías regionales. La medida, que se implementará desde el lunes 27 de enero hasta el 30 de junio de 2025, responde a los reclamos del sector agropecuario en medio de una caída en los precios internacionales de los commodities.
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que esta reducción busca aliviar la carga impositiva sobre cultivos clave como la soja, el trigo y el maíz. “Estamos bajando temporariamente las retenciones a los principales cultivos: soja poroto, soja aceite y harina, trigo, cebada, sorgo, maíz y girasol”, afirmó Caputo, subrayando la importancia de esta medida en el contexto actual.
El Secretario de Agricultura, Pesca y Ganadería, Sergio Iraeta, proporcionó detalles sobre cómo quedarán las alícuotas tras la baja de retenciones:
Estas modificaciones se producen en un momento crítico, donde los precios internacionales de los commodities han alcanzado mínimos históricos, generando preocupación en el sector agropecuario. La reciente presión ejercida por gobernadores de provincias centrales, quienes se reunieron en Rosario para exigir la reducción de retenciones, ha sido clave en la decisión del Gobierno.
La baja de retenciones se enmarca en un contexto de alta carga tributaria y precios internacionales a la baja. La Mesa de Enlace, que representa a diversas entidades del campo, había solicitado previamente una audiencia con el ministro Caputo y el secretario Iraeta para discutir la reducción de impuestos. Este tipo de medidas son vistas como un alivio necesario para los productores que enfrentan desafíos significativos debido a la sequía y la caída de precios.
“Esta situación particular ocurre por la sequía y la baja del precio de los commodities, por lo que vamos a bajar temporariamente las retenciones a los principales cultivos”, explicó Caputo, haciendo hincapié en la necesidad de un superávit fiscal para poder implementar cambios más permanentes.
La reducción de las retenciones ha generado expectativas positivas en el sector agropecuario. Según un estudio realizado por AZ Group, una eventual reducción de cinco puntos porcentuales en las retenciones de soja y la eliminación total de los derechos de exportación (DEX) al trigo y al maíz podría traducirse en un aumento en los precios de estos productos.
Soja: La reducción de cinco puntos en los derechos del poroto de soja no tendría un efecto inmediato sobre el precio disponible, ya que los exportadores están trabajando a contramargen. Sin embargo, la industria aceitera podría beneficiarse, alcanzando una capacidad teórica de pago de 294 US$/t, frente a los 278 US$/t actuales.
Maíz: Con una retención del 12%, se estima que el precio podría aumentar de 197 US$/t a 211 US$/t tras la eliminación de impuestos.
Trigo: De manera similar, los precios podrían pasar de 194 US$/t a 214 US$/t con la eliminación de las retenciones.
Estos cambios son cruciales para mejorar la rentabilidad de los productores y estimular la inversión en el sector, que ha estado bajo presión debido a factores climáticos y económicos adversos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, abrió la conferencia con un mensaje optimista, señalando que la decisión de reducir las retenciones es resultado de la consolidación del superávit fiscal, producto del esfuerzo de los argentinos y el plan económico liderado por Caputo. “Bajar las retenciones, tal como se prometió en campaña, es restaurar el valor de la palabra presidencial”, afirmó.
Adorni enfatizó que el Presidente Javier Milei ha manifestado en múltiples ocasiones que los impuestos son considerados un “robo”, y que esta medida es un paso hacia la recuperación de la confianza en el campo como una prioridad nacional.
Además de la baja temporal de las retenciones a los cultivos, el Gobierno también anunció la eliminación permanente de las retenciones para las economías regionales. Esta decisión es vista como un avance significativo para los productores de sectores como el tabaco, el algodón y el cuero, que enfrentan desafíos similares.
“Estas medidas vienen a avalar las promesas del Presidente, quien siempre ha dicho que el campo era una prioridad”, concluyó Caputo, destacando que el trabajo conjunto entre el Gobierno y el sector agropecuario es esencial para enfrentar los desafíos actuales.