Por Agroempresario.com
El incendio forestal que afecta la zona de Los Manzanos, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, continúa activo y ha arrasado cerca de 5.885 hectáreas, según el último informe del Comité de Emergencia, coordinado por Parques Nacionales y la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias. A pesar de las lluvias aisladas en las últimas horas, las condiciones climáticas adversas han dificultado el control del fuego, que se ha visto intensificado por un frente frío con vientos sostenidos de entre 35 y 45 km/h y ráfagas de hasta 60 km/h.
El comportamiento del fuego ha sido particularmente agresivo, generando columnas convectivas que han afectado la ladera noreste del Cerro Colorado y la zona entre los lagos Martín y Steffen. En el Cerro Bastión, el incendio ha quemado vegetación previamente afectada, dejando tras de sí una nube de humo y cenizas que han alcanzado el valle del Manso Inferior. Ante este panorama, el operativo de emergencia ha desplegado un equipo de 110 brigadistas, apoyados por 100 personas encargadas de tareas logísticas, administrativas y técnicas.
Las autoridades han restringido el acceso a varias zonas afectadas, incluyendo el camino desde Los Rápidos hacia la Cascada los Alerces, para garantizar la seguridad de los equipos y de los habitantes locales. Según el Comité de Emergencia, el fuego ha impactado de manera significativa en la ladera noreste del Cerro Colorado, donde se ha identificado un foco activo entre la tercera y cuarta cascada de la Cascada los Alerces.
Los equipos de emergencia han realizado lanzamientos de agua con helicópteros y ataques directos para intentar contener el avance de las llamas. En el Cerro Bastión, las llamas se han propagado por cañadones de altura, quemando parches verdes y generando una gran columna de humo que ha provocado la caída de cenizas frías en el valle cercano.
En el sector de Cerro Alcorta y Laguna Quetro, brigadistas del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) y de la Policía Federal Argentina (PFA) continúan trabajando en la construcción de líneas de defensa y en el uso de equipos hidráulicos para frenar el avance del fuego. La estrategia principal se ha centrado en proteger las viviendas y poblaciones cercanas, especialmente en la zona de Cascada los Alerces, donde se registran las mayores amenazas.
Brigadistas han logrado construir una línea de defensa de 7 metros de ancho y 1.200 metros de largo, que se extiende desde el arroyo que desciende de Las Melisas hasta el río Manso. Esta tarea ha involucrado a 48 personas, incluyendo guardaparques, bomberos y residentes locales, quienes trabajaron hasta la madrugada utilizando herramientas manuales y mangueras de agua.
Otro grupo de 27 brigadistas ha reforzado las líneas de contención en dirección a la Piedra de Farol, mientras que en el sector de Los Manzanos, cuadrillas con motosierras y sistemas de agua han trabajado para mantener el control del perímetro. Además, se habilitó un helipunto en el faldeo del Cerro Alcorta para facilitar el despliegue de recursos aéreos.
El operativo cuenta con el apoyo de dos autobombas de bomberos voluntarios y camiones URO de Parques Nacionales, junto con equipamiento especializado para garantizar una respuesta efectiva ante cualquier eventualidad. La complejidad del incendio ha requerido la colaboración de múltiples instituciones, como el Ejército Argentino, la Prefectura Naval Argentina, la Gendarmería Nacional y organismos locales como el Servicio Meteorológico Nacional.
Los habitantes de Lago Roca y Hess también han contribuido con recursos y asistencia en los trabajos de emergencia. Más de 200 personas participan en el operativo conjunto para contener el incendio forestal que devasta la Patagonia. Por estrictas razones de seguridad, el camino a Cascada los Alerces permanece cerrado al tránsito no autorizado, permitiendo únicamente la circulación de vehículos oficiales y equipos de emergencia. Mientras tanto, el acceso al circuito Tronador se encuentra habilitado para el público.
En otro frente, el incendio en Epuyén, que comenzó el último miércoles, ya ha destruido más de 3.000 hectáreas de bosque nativo y ha afectado 110 viviendas, según confirmó el ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz. Las investigaciones preliminares indican que el fuego fue intencional, con evidencias de la utilización de acelerantes que permitieron la rápida propagación de las llamas.
Iturrioz declaró que “fue un evidente acto intencional que puso en peligro la vida de miles de familias, muchas de las cuales perdieron sus hogares por el accionar de un grupo de delincuentes”. Las investigaciones realizadas por la Policía del Chubut y la División Científica de la Policía Federal Argentina han hallado muestras de combustibles y vidrio derretido en el sitio del foco ígneo, descartando la posibilidad de un accidente.
Con condiciones climáticas aún desafiantes, la prioridad sigue siendo la protección de vidas humanas y de la infraestructura amenazada por el fuego. Las tareas de contención continuarán en los próximos días, con el objetivo de estabilizar la situación y evitar que el incendio siga propagándose.
El enfoque en la protección de las comunidades y la colaboración entre diversas instituciones y la comunidad local son fundamentales para enfrentar esta crisis. La situación en el Parque Nacional Nahuel Huapi y en Epuyén refleja la gravedad de los incendios forestales en la Patagonia, un fenómeno que requiere atención urgente y recursos adecuados para su control y prevención en el futuro.