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En un contexto donde las políticas impositivas al sector agropecuario siguen siendo un tema de debate, la ciudad bonaerense de Pergamino dio un paso hacia el alivio tributario al reducir en un 21% la tasa de red vial. Esta decisión se enmarca dentro de un movimiento impulsado por el Gobierno nacional para aliviar la carga fiscal sobre los productores, el cual ya incluyó la baja de las retenciones. Sin embargo, a pesar de estos gestos, el reclamo de miles de productores de diversas regiones del país por una reducción de la presión fiscal continúa en aumento.
El intendente de Pergamino, Javier Martínez, fue quien anunció la medida, destacando que el ajuste en la tasa de red vial se alinea con la baja de retenciones que el Gobierno Nacional comenzó a implementar en otras áreas productivas. Esta decisión fue tomada en el marco de una serie de acciones que buscan dar un respiro al sector agropecuario, uno de los más golpeados por la inflación y el alto costo de los insumos.
El recorte en la tasa, que impacta directamente en los productores agropecuarios de la zona, responde a una necesidad de adecuar los impuestos locales a la realidad del sector, muy golpeado por la crisis económica y climática que afecta a muchas regiones productivas del país. Esta medida, similar a la que ya aplicaron algunas provincias como Chubut y Entre Ríos con el impuesto a los Ingresos Brutos, refleja una tendencia en la que varias localidades buscan aliviar la carga impositiva sobre los productores.
A pesar de este alivio impositivo en Pergamino, la situación en otras provincias es muy diferente. En Santa Fe y La Pampa, el clima de descontento con los impuestos sigue creciendo. En el norte de Santa Fe, más de un centenar de productores de localidades como Villa Guillermina, Villa Ana, La Gallareta y Tartagal se reunieron para manifestar su descontento por el cobro de la denominada "Tasa por Hectárea". Según los productores, este cobro se realiza sin que exista una contraprestación real en términos de obras y mejoras en la infraestructura vial que justifiquen dicho gasto.
"Es una carga insoportable", dijeron los productores, quienes sostienen que las tasas cobradas no tienen ningún tipo de retribución en forma de mantenimiento o mejoras de los caminos rurales que utilizan a diario para transportar su producción. A pesar de que en muchos casos las arterias principales son provinciales o nacionales, los municipios siguen cobrando esta tasa sin justificación visible para los contribuyentes.
La situación también es crítica en la provincia de La Pampa, donde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) emitió un comunicado en el que expresa su "disconformidad con el tratamiento que se le da a la emergencia agropecuaria, a la infraestructura y al cobro indebido de impuestos". La entidad denuncia que los problemas estructurales del sector agropecuario no se solucionan ni en tiempo ni en forma, lo que provoca la desaparición de productores, especialmente en las zonas más desfavorables de la provincia.
CARBAP también mencionó que hace años los productores pampeanos están aportando a través del impuesto inmobiliario para un fondo destinado al "mejoramiento de la red terciaria o caminos vecinales", pero a pesar de los saldos contables disponibles, los caminos siguen siendo intransitables. La entidad propuso la eliminación de este fondo y la revisión de otros impuestos que consideran "indebidos". Además, criticaron las Guías de Traslado, señalándolas como un impuesto disfrazado que no puede seguir siendo cobrado, ya que, según su visión, infringe los artículos 10 y 11 de la Constitución Nacional.
Los reclamos por la carga fiscal en el campo reflejan una creciente preocupación de los productores por la falta de respuestas ante la crisis que atraviesa el sector. "No queremos que se postergue el pago de impuestos, queremos soluciones que nos permitan seguir produciendo", afirmaron desde CARBAP, señalando que los impuestos deben estar acompañados de una retribución real y tangible para los productores.
Mientras tanto, en Pergamino, la medida de reducción de la tasa vial se ve como un pequeño avance hacia un alivio fiscal que, aunque positivo, no parece ser suficiente para calmar los ánimos de un sector que sigue luchando por la reducción de impuestos más amplias y por el apoyo necesario para sostener la productividad del campo argentino.