Cocina, Cultura & Regiones / Consumo & Preparación de Alimentos

Hugo Basilotta, el alma de Guaymallén, cuenta la historia de la marca y el día que casi la vendió

De aprendiz a vicepresidente, Hugo Basilotta cuenta su viaje con Guaymallén y la lección sobre el valor de la marca

Hugo Basilotta, el alma de Guaymallén, cuenta la historia de la marca y el día que casi la vendió
lunes 03 de febrero de 2025

Por Agroempresario.com

Guaymallén es sinónimo de alfajores en Argentina. En cada rincón del país, millones de personas disfrutan del clásico sabor de esta golosina. Pero detrás de esta marca icónica hay una historia de esfuerzo, sacrificio y lecciones de vida que no siempre están a la vista. La historia de Hugo Basilotta, vicepresidente de la compañía, es un testimonio de cómo un joven de 18 años, sin muchas expectativas, se convirtió en el motor de uno de los mayores éxitos en el mercado de golosinas argentino.

Los primeros pasos en la fábrica

La historia de Basilotta con Guaymallén comienza en 1975. En ese entonces, Hugo tenía apenas 18 años, recién casado con su novia de toda la vida, hija del dueño de la empresa. Su suegro, fundador de la marca en 1945, tenía en mente darle una oportunidad, pero no de la manera convencional. No hubo oficinas, reuniones de negocios ni privilegios. Basilotta debía comenzar desde la base. "Te tenés que poner en la amasadora, porque el que no sabe hacer un alfajor, después no puede ser gerente", le dijo su suegro.

En un ambiente de intenso calor y trabajo duro, Basilotta comenzó a aprender el arte de hacer alfajores, tomando nota de cada proceso y absorbiendo la tradición de la empresa. En aquellos primeros años, el negocio de Guaymallén era pequeño, pero prometedor. La empresa vendía golosinas, pero el alfajor aún no tenía la popularidad que alcanzaría en la década siguiente.

El modelo de negocio de Guaymallén: Más volumen, menos margen

A pesar de la humildad del comienzo, la visión era clara: vender mucho, con poca rentabilidad por unidad. Basilotta, bajo la tutela de su suegro, entendió que la clave estaba en el volumen, no en el margen de ganancia por unidad. Así, se generó una gran producción, pero a precios accesibles. A la par, el negocio de las golosinas en las canchas de fútbol le permitió a la marca ganar terreno en el mercado.

"Nosotros teníamos 80 o 100 vendedores en las canchas, vendían las golosinas y nos traían lo que vendían al final del partido", recuerda Basilotta. Esta fórmula de negocio, que aprovechaba los eventos deportivos y otros puntos de alto tránsito, fue crucial para poner el nombre de Guaymallén en la mente de miles de argentinos.

Hugo

El boom de Guaymallén: La década de los 80

El verdadero despegue de la marca llegó en la década de 1980, cuando los "buscas" comenzaron a inundar las calles de Buenos Aires. Estos vendedores ambulantes, que comercializaban productos como los alfajores Guaymallén, fueron el vehículo que impulsó las ventas a nuevos niveles. "Mi suegro decidió crear un alfajor popular, que estuviera al alcance de todos", explica Basilotta. El modelo de negocio se adaptó para satisfacer la demanda creciente, con un precio accesible para todos, y la producción aumentó exponencialmente.

La fábrica de Mataderos, en la ciudad de Buenos Aires, pronto quedó pequeña para la magnitud del negocio. La compañía compró las casas vecinas, expandió la planta y, años después, adquirió una nueva planta en Spegazzini. El éxito de Guaymallén, impulsado por su creciente popularidad, se consolidó como una de las marcas más queridas del país.

La oferta millonaria: ¿vender o no vender?

Sin embargo, no todo fue fácil en el camino hacia el éxito. En los años 2000, Guaymallén recibió una oferta millonaria que estuvo a punto de cambiarlo todo. Un grupo económico que acababa de adquirir Havanna, la marca de alfajores premium, quería ahora hacerse con la marca popular. Basilotta fue a la reunión en nombre de su suegro y familia, pero se encontró con una oferta que podría haber puesto fin a la historia de Guaymallén.

"Me invitaron a un desayuno en el Four Seasons, rodeado de ejecutivos. Me dijeron: 'Ya compramos la marca top, ahora vamos por la marca popular'. Me ofrecieron una suma enorme de dinero. Pero la respuesta fue clara: 'No está en venta'", relata Hugo Basilotta.

Los empresarios insistieron y le argumentaron que todo en la vida tenía un precio. En ese momento, Basilotta recordó una lección que cambiaría su perspectiva: "La maquinaria la podemos comprar en una semana. Lo que no podemos comprar en una semana es la marca, porque la marca es tiempo", le dijo uno de los magnates presentes.

Ante la oferta de 70 millones de dólares, Basilotta, sin pensarlo demasiado, lanzó un número aún mayor: "Denme 70 millones y lo hablamos". Los empresarios no dudaron y comenzaron a hacer los trámites para preparar el cheque. Sin embargo, Basilotta, aún con la oferta sobre la mesa, pidió tiempo. Regresó a la fábrica, donde le hizo una broma a su suegro: "¡Vendí la fábrica!". Su suegro, por primera vez, titubeó. Pero finalmente, después de una reflexión, decidieron no vender.

La marca es tiempo, la tradición es invaluable

Guaymallén no fue vendida, y Basilotta aprendió una de las mayores lecciones de su vida: la marca es el resultado de años de trabajo, de construir algo que trasciende lo material. "La marca es tiempo", le repitió en su mente aquella frase que los empresarios habían dicho en su reunión.

Hoy, Guaymallén sigue siendo un referente de la golosina argentina, una marca que, a pesar de los cambios del mercado, ha logrado mantenerse fiel a su tradición. "Crear una marca lleva tiempo", advierte Hugo Basilotta, quien ha sido testigo y protagonista de esa construcción, un camino largo pero lleno de gratificaciones que solo el paso del tiempo puede otorgar.

Hugo



Invertí en periodismo de calidad

En Agroempresario trabajamos para acercarte contenidos que agregan valor.
Quiero suscribirme

Todas las Categorías

¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!









¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!