Por Agroempresario.com
Por segunda vez en el mes, el Gobierno logró refinanciar una parte de los vencimientos en pesos, aunque sin cubrir la totalidad del compromiso exigible. En la última licitación, el Ministerio de Economía consiguió $5,4 billones, lo que representa el 80% de los $6,7 billones que debe afrontar en los próximos días. Así, deberá recurrir nuevamente al colchón de liquidez disponible, que se reducirá aún más tras esta operación.
El resultado muestra una leve mejora con respecto a la subasta anterior, cuando la renovación alcanzó el 79%. Sin embargo, persiste el desafío de captar fondos sin convalidar tasas más altas. A su vez, la estrategia oficial de canjes de deuda para extender los plazos tuvo una adhesión moderada del 8%, dejando un saldo aún elevado para los próximos meses.
El Gobierno ofreció diferentes instrumentos, incluyendo Letras de Capitalización (Lecaps), bonos indexados por inflación y un bono atado al dólar oficial. En este contexto, las tasas pactadas mostraron un leve incremento con respecto a colocaciones previas.
Las Lecaps más cortas se colocaron a tasas cercanas al 2,6% mensual, por encima del 2,27% registrado a inicios de año. En tanto, las más largas quedaron entre el 2,3% y el 2,35% mensual, mientras que los bonos indexados por inflación se emitieron con rendimientos del 5% y el 8,3%, respectivamente.
El bono dólar linked, destinado a quienes esperan una corrección cambiaria, captó apenas $90.000 millones. Desde el Ministerio de Economía, Luis Caputo destacó este dato como una señal de confianza en la política cambiaria oficial. Sin embargo, analistas del sector interpretan que la baja demanda responde más a la percepción de que el Gobierno mantiene el control del mercado cambiario y no está dispuesto a devaluar en el corto plazo.
El Gobierno volvió a ofrecer un canje de deuda, buscando extender vencimientos a finales de 2025, pero la aceptación fue de apenas 8%. De los $6,7 billones en vencimientos, sólo $540.000 millones fueron convertidos en nuevos bonos con plazos más largos.
"El mercado sigue optando por instrumentos de corto plazo, como las Lecaps, para aprovechar la estabilidad cambiaria y obtener retornos en dólares", explicó Federico García Martínez, economista especializado en financiamiento público. En este sentido, el plazo promedio de la deuda colocada fue el más bajo desde junio de 2024, reflejando la preferencia de los inversores por mantener liquidez ante eventuales cambios en las condiciones del mercado.
A pesar del resultado parcial positivo, la licitación dejó una expansión monetaria de $1,3 billones, lo que podría generar presión sobre los precios en los próximos meses. Algunos analistas advierten que el Gobierno priorizó no convalidar tasas más altas, aunque eso implique una mayor emisión.
"Los rendimientos ofrecidos estuvieron levemente por encima del mercado, especialmente en las Lecaps más cortas y los bonos indexados por inflación. Esto muestra que el Tesoro aún necesita mejorar su credibilidad para captar más financiamiento sin necesidad de recurrir a la emisión", opinó Juan José Vázquez, analista financiero.
El próximo desafío será la licitación de marzo, cuando vencen $7 billones adicionales. La capacidad del Gobierno para renovar esos vencimientos sin afectar la estabilidad macroeconómica será clave para mantener el equilibrio fiscal y evitar nuevas presiones sobre el tipo de cambio y la inflación.
Desde el sector agropecuario, operadores financieros destacaron que el actual esquema de tasas y dólar controlado podría incentivar el carry trade, una estrategia utilizada por productores y exportadores para obtener rendimientos en pesos con expectativas de dolarización a futuro. "Los plazos cortos y tasas reales positivas son una oportunidad para quienes tienen liquidez en pesos y no quieren quedar fuera del mercado de cambios", señalaron fuentes del sector.
En ese contexto, algunos analistas recomiendan a los agroexportadores evaluar opciones de cobertura ante posibles cambios en la política económica. "Si bien hoy el tipo de cambio está administrado, hay señales de que podría haber ajustes en el futuro", advirtieron.
El resultado de la licitación refuerza la necesidad del Gobierno de sostener la confianza del mercado para continuar con su estrategia de financiamiento. Mientras tanto, el sector productivo sigue de cerca las decisiones oficiales y evalúa sus próximas jugadas en un escenario de volatilidad controlada.