Por Agroempresario.com
En el Congreso Somos Pymes, que se llevó a cabo en La Rural, Esteban Domecq, director de la consultora Invecq, brindó un análisis profundo sobre el panorama económico argentino hasta octubre. Reconocido como uno de los economistas más consultados del país, Domecq afirmó que la inflación terminará desapareciendo, aunque advirtió que el proceso no será lineal y anticipó posibles tensiones cambiarias antes de las elecciones legislativas.
Domecq recordó que la Argentina no registra crecimiento sostenido desde 2011 y ha atravesado décadas de inestabilidad macroeconómica combinada con una constante indisciplina fiscal. Este escenario derivó en una emisión monetaria que alimentó una inflación interanual superior al 300%. El actual gobierno, encabezado por Javier Milei, enfrenta el desafío de ordenar la economía en un contexto internacional desfavorable para los países emergentes, donde los precios internacionales de commodities se encuentran en sus niveles más bajos en 25 años.
Durante su presentación, Domecq detalló los cuatro pilares fundamentales del programa económico vigente:
El economista comparó el proceso de estabilización con un partido de fútbol en dos tiempos. El primer paso, que consistió en "destapar la olla a presión" y ajustar precios relativos, fue exitoso y evitó un estallido nominal. Sin embargo, señaló que la inflación mensual de 1,5% registrada en mayo debe reducirse a cero, pero ciertos servicios regulados como tarifas, cuotas escolares y salud siguen presionando al alza. En su visión, la inflación argentina desaparecerá, aunque el proceso será irregular y con movimientos cambiarios antes de lograr la estabilidad definitiva.
Domecq advirtió que el dólar se mantiene en un nivel bajo, pero que podrían producirse tensiones en la banda cambiaria, especialmente en el tramo previo a las elecciones legislativas. La necesidad política de ganar las elecciones podría generar una suba moderada del tipo de cambio. Esta tensión estará acompañada por limitaciones para acumular reservas y por la presión de algunos sectores afectados por el tipo de cambio bajo.
Otro de los puntos resaltados fue que la tasa de interés real permanecerá alta hasta octubre, lo que implica un alto costo financiero para las empresas. Este contexto limita la inversión y la capacidad de financiamiento interno. Además, aunque el riesgo país bajó considerablemente, Argentina todavía depende del Fondo Monetario Internacional para mantener acceso a financiamiento y contener la presión sobre las reservas internacionales.
El crecimiento previsto para 2025 es del 5%, aunque con grandes diferencias sectoriales. Mientras que minería, petróleo, gas y mercado inmobiliario presentan expansión sostenida, otros sectores como bienes durables y turismo emisivo mostraron una fuerte recuperación tras caídas importantes. En contraste, la gastronomía, parte de la industria y el comercio experimentan una recuperación lenta o insuficiente. Domecq enfatizó que no se espera una crisis sistémica, aunque algunos sectores podrían atravesar situaciones similares a crisis pasadas debido a la transformación económica en curso.
El escenario internacional, con un dólar fuerte y tasas de interés elevadas en Estados Unidos, representa un desafío para la competitividad y genera presiones en los precios de los commodities. Este contexto dificulta la recuperación económica y mantiene la volatilidad sobre el tipo de cambio local.
La hoja de ruta hasta las elecciones legislativas de octubre se orienta a mantener la estabilidad económica, controlar la inflación y evitar turbulencias cambiarias severas. Sin embargo, Domecq señala que el éxito dependerá no solo de las decisiones económicas, sino también de una gestión política eficiente que logre sostener la confianza de inversores y ciudadanos.