Por Agroempresario.com
Ariel Burschtin es un nombre que resuena fuertemente en el ecosistema emprendedor de América Latina. Como cofundador de PedidosYa, una de las empresas más emblemáticas del sector de delivery en la región, su historia está marcada por el crecimiento vertiginoso, las lecciones aprendidas y una profunda reinvención personal. Tras haber alcanzado el éxito con la venta de PedidosYa, Burschtin decidió dar un paso al costado y embarcarse en un nuevo desafío: el mundo de las inversiones. A través de su fondo Orok, que fundó junto a su socio de siempre, Álvaro García, ahora dirige su mirada hacia las startups y el capital riesgo, con una visión estratégica que sigue posicionándose como referente.
Con una trayectoria que abarca más de quince años al frente de una de las empresas más exitosas de la región, Burschtin no solo cuenta con la experiencia de haber liderado una de las más grandes transformaciones en el sector, sino también con un enfoque detallado sobre cómo escalar empresas, tomar decisiones clave y diversificar riesgos en tiempos de incertidumbre.
Tras consolidar PedidosYa, Burschtin decidió que era hora de diversificar su enfoque. Fue en ese momento que nació Orok, un fondo privado de inversión con un portafolio completamente diversificado que abarca desde Equities Públicos y Privados hasta fondos de Venture Capital y crédito privado. Su estrategia no solo se limita a encontrar buenos negocios, sino a identificar los elementos estructurales que los hacen sostenibles a largo plazo. En sus primeras etapas como inversor, Burschtin se volcó a las inversiones ángel, apoyando a startups que buscaban dar sus primeros pasos. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que prefería un enfoque más organizado y estructurado, lo que lo llevó a explorar más opciones como fondos de capital de riesgo, fondos de crédito privado y hedge funds.
El mercado de inversiones ha cambiado drásticamente en los últimos años. En 2020, durante la pandemia, las empresas tecnológicas, en especial las relacionadas con delivery, vieron un crecimiento sin precedentes. Sin embargo, la euforia se desinfló rápidamente en 2022, cuando los mercados cayeron, afectando las valuaciones de muchas empresas en hasta un 90%. Burschtin recuerda este momento como un punto de inflexión para el capital de riesgo, que frenó sus inversiones. "La volatilidad del ecosistema es una realidad. Uno debe estar preparado para esos ciclos", comentó.
Burschtin reconoce que su paso por PedidosYa le dejó lecciones valiosas que ahora aplica en su rol como inversor. Una de las principales lecciones fue la importancia de la paciencia y la planificación financiera. Desde sus primeros años en la empresa, el cofundador de PedidosYa se enfrentó a un sinnúmero de desafíos: recursos limitados, competencia feroz y una expansión que parecía no detenerse. En 2007, cuando la empresa comenzaba a crecer, las limitaciones eran evidentes. Con solo un puñado de recursos, la prioridad fue construir una plataforma sólida mientras se expandían simultáneamente en varios mercados de América Latina.
Uno de los grandes aprendizajes fue la importancia de tener una estrategia local, antes de dar el salto a otros mercados. Burschtin sostiene que, si pudiera retroceder en el tiempo, recomendaría elegir un mercado laboratorio, que sirviera de prueba para el negocio antes de expandirse a varios países al mismo tiempo. "El enfoque debe ser gradual. Hay que levantar rondas de inversión que te permitan sostener la operación por al menos 18 a 24 meses, mientras el negocio crece", explicó.
Con el paso de los años, PedidosYa fue avanzando en su consolidación. La clave del éxito radicó en tener un enfoque claro y saber cuándo realizar los ajustes necesarios. Entre 2007 y 2010, PedidosYa pasó por una fase crítica de expansión. Intentaron capturar a los restaurantes más relevantes de cada ciudad e imponer exclusividades, sin embargo, pronto se dieron cuenta de que el modelo de negocio no era tan simple como lo imaginaban.
"Pensábamos que, al conseguir los restaurantes más grandes de cada ciudad, la competencia no tendría margen. Pero al mismo tiempo, otros competidores locales se movían con mayor rapidez y con menos recursos", relató. En mercados clave como Brasil, el desafío era aún mayor. A pesar de sus esfuerzos, competidores locales lograban avanzar más rápido, lo que los obligó a replantear su enfoque.
La venta de PedidosYa a Delivery Hero en 2014 marcó un antes y un después en la vida de Burschtin. La inversión estratégica de los alemanes permitió a PedidosYa redoblar sus esfuerzos en Latinoamérica. En 2017, con la salida a bolsa, PedidosYa se consolidó como una de las mayores compañías en el sector de delivery, con un volumen de pedidos que creció exponencialmente, de 1,5 millones de pedidos mensuales en 2017 a 15 millones en 2021.
Burschtin recuerda con nostalgia ese periodo, especialmente el proceso de transición tras la salida de los fundadores. "El proceso de dejar la empresa fue difícil, pero cuando llegó el momento, no nos sentimos raros. Fue una experiencia de aprendizaje constante y, sobre todo, de crecimiento personal", explicó.
Hoy en día, Burschtin aplica todo lo aprendido en PedidosYa para identificar y apoyar startups con potencial. En su rol de inversor, ha aprendido a valorar el trabajo en equipo, la estructura sólida y el enfoque en la sostenibilidad financiera. "La clave no es solo tener una buena idea, sino también contar con un equipo experimentado, roles bien definidos y una estructura de capital equilibrada", señaló.
A medida que el ecosistema emprendedor sigue evolucionando, Burschtin mantiene su compromiso con la búsqueda de oportunidades que, además de ser rentables, tengan el potencial de generar un impacto positivo a largo plazo.