Por Agroempresario.com
La siembra de maíz de la campaña 2025 concluyó esta semana en toda el área agrícola, alcanzando las 6,6 millones de hectáreas previstas para este ciclo. Sin embargo, la evolución de los cultivos se ve afectada por el clima, especialmente por las altas temperaturas y la falta de lluvias en varias zonas productivas, lo que podría impactar en el rendimiento de los lotes, principalmente aquellos con baja disponibilidad hídrica.
Según el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), durante los últimos días se registraron temperaturas superiores a los 35 °C en gran parte de la región agrícola. Esta ola de calor, combinada con la escasez de precipitaciones, ha generado un estrés térmico e hídrico que afecta tanto al maíz como a la soja, especialmente en lotes de menor capacidad de retención de agua.
El maíz de grano, en particular, muestra una condición de cultivo variada debido a las extremas condiciones climáticas. A pesar de que se alcanzaron los 6,6 millones de hectáreas de siembra, se han registrado mermas en algunos lotes que, producto de la alta demanda hídrica y las altas temperaturas, han experimentado un ciclo más corto de lo esperado. Esto ha generado una reducción del rendimiento potencial en ciertas áreas, especialmente en zonas donde la humedad del suelo es escasa. A nivel nacional, la condición hídrica del maíz cayó un 4,8%, lo que impactó negativamente en el estado general de los cultivos. Además, la proporción de maíz en condición "normal/excelente" disminuyó un 6,8%, principalmente en las áreas donde la falta de lluvia es más notoria.
El 40% del maíz tardío se encuentra en su período crítico de definición de rendimiento, lo que aumenta la preocupación en zonas donde la disponibilidad hídrica sigue siendo heterogénea. En algunas regiones, el cultivo aún se encuentra en fases de desarrollo vegetativo, pero la falta de lluvias podría afectar la polinización y la formación de granos.
Por otro lado, la soja, especialmente la de primera, también transita por etapas críticas en varias zonas productivas. La soja del norte del área agrícola ha enfrentado un mayor impacto por las altas temperaturas y el estrés hídrico. Aproximadamente el 27% de los lotes de soja temprana transita entre las etapas R3 y R4, lo que implica una alta dependencia de las condiciones climáticas para mantener su potencial de rendimiento.
A pesar de estas complicaciones, más del 60% de la soja en todo el país mantiene una condición de cultivo “normal/excelente” y una condición hídrica “adecuada/óptima”. Sin embargo, la falta de precipitaciones en algunas regiones, especialmente en el NEA y el norte de Santa Fe, ha generado signos de estrés en lotes que no han recibido lluvias en la última semana, lo que podría impactar en el rendimiento de la oleaginosa.
En cuanto a los otros cultivos, la cosecha de girasol avanzó un 1,1% en la última semana, alcanzando el 9,5% del área apta. Este progreso refleja un retraso en comparación con el ciclo anterior y el promedio de los últimos cinco años. Sin embargo, en las regiones del sur del área agrícola, más de un 60% de los lotes de girasol se encuentran en etapa de floración y llenado de granos, con una condición de cultivo “normal/excelente” en más del 90% de las áreas sembradas.
El sorgo granífero también completó su siembra en toda la región agrícola, alcanzando un millón de hectáreas implantadas. No obstante, la cosecha en el norte de Santa Fe ha comenzado con dificultades debido al estrés hídrico, lo que podría reducir el rendimiento de este cultivo en algunas zonas. En el NEA, gran parte de los lotes de sorgo se encuentran en etapa vegetativa, con síntomas de estrés por falta de agua.