Por Agroempresario.com
Los productores yerbateros del norte de Misiones atraviesan una de sus peores crisis en décadas, marcada por bajos precios y altos costos de producción. Desde que el gobierno de Javier Milei desreguló el sector, las consecuencias para los pequeños productores no se hicieron esperar. Cristián Klingbeil, un técnico electromecánico que decidió regresar a trabajar la chacra familiar, explicó en diálogo con LA NACION lo devastador de la situación: "Nos destruyeron".
En 2023, el gobierno nacional eliminó la potestad del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) de fijar los precios de la yerba. Según Klingbeil, la liberalización del mercado permitió que los grandes actores de la industria aprovecharan una superproducción récord de 1000 millones de kilos de yerba mate, afectando a los productores pequeños que ya sufrían de altos costos.
"La situación se descontroló desde abril del año pasado. Cuando el gobierno abrió las importaciones y otorgó beneficios a los importadores, nosotros, los productores, quedamos en una situación insostenible. Pasamos de recibir $410 por kilo de hoja verde a apenas $150 o menos", lamentó Klingbeil, quien alertó que algunos productores aún no han cobrado lo que entregaron en mayo, junio o julio de 2024, y los pagos que reciben son en cuotas y a precios irrisorios.
La situación empeoró cuando los costos de producción comenzaron a superar los ingresos generados por la venta de la yerba. "Hoy, el precio que recibimos no cubre ni siquiera el costo de la cosecha, el flete, el pago de los trabajadores y los aportes patronales. Ni siquiera tenemos dinero para controlar la maleza en los yerbales", señaló Klingbeil, quien aseguró que si la situación continúa así, muchas hectáreas de yerba podrían ser abandonadas.
El sector yerbatero de Misiones depende de unas 60.000 familias que viven de la actividad. La mayoría de ellas son pequeños productores, aquellos que poseen menos de 50 hectáreas de tierra. Estos productores están siendo los más afectados por la crisis, ya que no pueden hacer frente a los altos costos de los insumos, la maquinaria y la mano de obra.
"Muchos productores están sobreviviendo como pueden. Algunos venden sus tractores o cosechadoras de té, otros venden su auto para comprar maquinaria vieja que les permita seguir adelante. Están tomando medidas extremas para subsistir", explicó Klingbeil. La falta de insumos y el aumento de los costos de los combustibles y los salarios empeoran aún más la situación.
El INYM, que hasta 2023 regulaba el mercado yerbatero, ha quedado sin poder intervenir desde la desregulación implementada por el DNU 70/2023 de Javier Milei. Con esta medida, los precios de la yerba son determinados por el libre mercado, dejando a los pequeños productores sin una herramienta de defensa. "El INYM, sin fondos, no tiene cómo ayudar a los pequeños productores. Aunque el gobierno provincial ha ofrecido líneas de crédito, no han sido suficientes", remarcó Klingbeil.
Además de la desregulación, la falta de medidas urgentes podría generar un desabastecimiento de yerba en el mercado. Klingbeil advirtió: "El consumo interno ha caído en 30 millones de kilos, y si la situación no cambia, la falta de yerba podría ser una realidad. Incluso se habla de un paro en Misiones, donde los productores no dejarían que salga yerba de la zona productora".
Según el productor yerbatero, la solución pasa por establecer un precio mínimo de garantía para la hoja verde. El INYM calculó que el costo de producción es de $359 por kilo, pero los productores piden entre $450 y $500 por kilo para cubrir los costos y obtener un margen de rentabilidad. "No votamos por este gobierno porque estábamos bien económicamente, sino porque queríamos que se solucionaran los problemas de gestiones anteriores. Un año de crisis lo podemos soportar, pero si esto sigue, muchas chacras se van a abandonar", advirtió Klingbeil.
Desde el gobierno provincial, se reconoce la gravedad de la situación, pero los productores critican la falta de acción por parte de los diputados nacionales de Misiones. "A pesar de que nos reciben, no hemos visto una solución concreta desde el gobierno nacional. El gobierno provincial está tratando de hacer lo que puede, pero la respuesta aún no es suficiente", concluyó Klingbeil.
La crisis yerbatera en Misiones amenaza con profundizarse, y si no se toman medidas urgentes, podría tener consecuencias devastadoras para la economía de la región. Los productores están en alerta máxima y las protestas siguen aumentando. La situación es crítica y el tiempo se acaba.