Por Agroempresario.com
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) están en la etapa final de negociaciones para cerrar un nuevo acuerdo, en el que el esquema cambiario jugará un papel central. Según confirmó, el programa incluirá un límite para el uso de los desembolsos del organismo, algo que ya está pactado con el staff técnico. Además, aseguró que la aprobación del Congreso será necesaria para implementar el nuevo marco acordado.
En los próximos días, Caputo viajará a Sudáfrica para participar de la primera reunión del G20 de ministros de Finanzas y banqueros centrales, donde mantendrá un nuevo encuentro con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Mientras tanto, los equipos técnicos siguen discutiendo los últimos puntos, principalmente en relación con el monto y la secuencia de los desembolsos.
“Estamos en los puntos finales”, aseguró Caputo en una entrevista con A24. Si bien no detalló cuál será el monto definitivo del nuevo programa, indicó que será suficiente para recapitalizar el Banco Central sin aumentar el nivel de endeudamiento del país. “La disponibilidad de los fondos estará dentro de un esquema que vamos a anunciar en su momento. Todo esto ya está acordado con el Fondo”, sostuvo el funcionario.
Uno de los puntos clave del acuerdo será el nuevo esquema cambiario que regirá en la próxima etapa. Caputo indicó que el crawling peg (devaluación controlada del peso), la modalidad del dólar blend para exportadores y las restricciones cambiarias forman parte de la discusión con el FMI.
El FMI ya había planteado en un informe reciente la necesidad de avanzar hacia una mayor flexibilidad cambiaria y el desmantelamiento progresivo de los controles. En ese documento, el organismo había advertido que la apreciación del tipo de cambio real podría dificultar la acumulación de reservas y afectar la competitividad externa. Por ello, la nueva estrategia incluirá ajustes en la política cambiaria, aunque sin un salto abrupto del dólar.
Otro de los aspectos relevantes es que el nuevo acuerdo será enviado al Congreso para su aprobación. En un principio, se analizó la posibilidad de que esto no fuera necesario, ya que los fondos del FMI serán utilizados para cancelar Letras Intransferibles del Tesoro en el Banco Central, lo que implica un cambio de acreedor sin aumento de deuda neta. Sin embargo, el Gobierno optó por enviar el acuerdo para su ratificación parlamentaria, lo que le dará mayor respaldo político y transparencia al proceso.
“Va a ser suficiente para recapitalizar el Banco Central y no implicará un incremento de la deuda del país. Todo esto es parte de un esquema que vamos a anunciar oportunamente”, aseguró Caputo.
El avance del acuerdo con el FMI es seguido de cerca por los mercados, que esperan definiciones sobre el manejo del tipo de cambio y las restricciones cambiarias. La acumulación de reservas en los últimos meses generó optimismo, pero los analistas advierten que la sostenibilidad de la estabilidad financiera dependerá de la implementación de reformas estructurales.
El FMI también destacó que el equilibrio fiscal debe complementarse con una política monetaria más activa y con una estrategia de apertura gradual del mercado cambiario. “El nuevo programa apuntará a aprovechar los avances logrados hasta ahora y, al mismo tiempo, abordar los desafíos pendientes que enfrenta el país”, explicó recientemente Julie Kozack, portavoz del Fondo.
El Gobierno mantiene su objetivo de alcanzar un superávit comercial y fortalecer la posición financiera del país. La estrategia de Caputo y su equipo apunta a una estabilización progresiva del mercado cambiario, con un control gradual sobre la inflación y la recuperación del crecimiento económico.
Con la definición del nuevo acuerdo con el FMI en el horizonte, los próximos pasos serán clave para determinar el rumbo de la economía argentina en los próximos meses. La expectativa está puesta en la capacidad del Gobierno para implementar las reformas acordadas y en la reacción del Congreso ante el nuevo programa.