Por Agroempresario.com
El verano invita a disfrutar de escapadas cortas y destinos rodeados de naturaleza, sin necesidad de recorrer grandes distancias ni realizar un gasto excesivo. En la provincia de Buenos Aires, a solo 100 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se encuentra Lima, un pequeño pueblo del partido de Zárate que, aunque poco conocido en el turismo masivo, es una excelente opción para quienes buscan relajarse en playas de arena dorada y aguas tranquilas a orillas del río Paraná.
Además de su atractivo natural, Lima tiene una importancia histórica y energética para el país, ya que allí se ubican las Centrales Nucleares Atucha I y II, que han impulsado el desarrollo de la localidad desde su instalación. Este rincón bonaerense combina la tranquilidad de un pueblo con la posibilidad de disfrutar de actividades al aire libre, gastronomía tradicional y paseos rurales, convirtiéndolo en un destino ideal para una escapada de fin de semana.
Lima es una opción perfecta para quienes buscan un destino diferente dentro de la provincia de Buenos Aires. Su ubicación estratégica cerca de Zárate, Campana y Baradero la convierte en un punto de acceso rápido para los viajeros que desean desconectarse del ruido urbano.
Las playas de Lima son uno de sus principales atractivos. De aguas cálidas y arena dorada, son ideales para relajarse en familia, disfrutar de un picnic o simplemente contemplar el atardecer sobre el río Paraná. Para los más aventureros, la zona ofrece opciones como paseos en lancha, pesca deportiva y deportes náuticos, siempre teniendo en cuenta las condiciones del río antes de planificar la visita.
Más allá de la costa, el pueblo también cuenta con sitios históricos y culturales que vale la pena recorrer. La Plaza Mitre es el epicentro de la vida social y un lugar perfecto para pasear bajo la sombra de sus árboles. Frente a la plaza se encuentra la Parroquia San Isidro Labrador, una iglesia construida en 1899 con un estilo neocolonial que destaca por su fachada simétrica y sus columnas decoradas.
Otro de los atractivos de Lima es su entorno rural. Los alrededores del pueblo están llenos de caminos que conducen a estancias y campos donde los visitantes pueden conocer de cerca la vida agropecuaria de la región. Hay opciones de cabalgatas, excursiones para aprender sobre la producción local y degustaciones de comidas típicas.
Además de su entorno natural, Lima cuenta con una interesante oferta gastronómica. En sus parrillas y restaurantes se pueden degustar asados, empanadas caseras y vinos argentinos, opciones ideales para complementar una escapada de fin de semana.
Para quienes buscan una experiencia diferente, existe la posibilidad de participar en visitas guiadas a las Centrales Nucleares Atucha I y II. Aunque no siempre están abiertas al público, en algunas ocasiones se organizan recorridos donde se explica la importancia de la energía nuclear en Argentina y su impacto en la economía local.
Lima también tiene su propia festividad anual. Cada 28 de septiembre, la localidad celebra su aniversario con actividades culturales, ferias artesanales y espectáculos en vivo. La primavera se convierte así en un excelente momento para visitar el pueblo, combinando la belleza natural del Paraná con la alegría de sus festejos.
Llegar a Lima es sencillo tanto en auto como en transporte público. Para quienes viajan en vehículo propio, el camino más directo es tomar la Autopista Panamericana y luego continuar por el ramal Escobar de la Ruta Nacional 9 hasta el kilómetro 100, donde se encuentra el acceso a la localidad.
Si se prefiere viajar en transporte público, hay varias alternativas. Una opción es tomar el tren Mitre en dirección a Rosario o utilizar el ramal Villa Ballester-Zárate, descendiendo en la estación Zárate. Desde allí, se puede continuar el trayecto en colectivo local hasta Lima.
Lima es un destino poco conocido pero con mucho para ofrecer. Su combinación de playas, naturaleza, historia y gastronomía lo convierte en una excelente opción para quienes buscan un plan diferente sin alejarse demasiado de la ciudad. Ya sea para disfrutar de un día de descanso junto al río Paraná, explorar sus caminos rurales o degustar platos típicos, esta localidad bonaerense es un verdadero tesoro escondido a solo una hora de Buenos Aires.