Por Agroempresario.com
En el marco de la cuarta temporada del Ciclo Audiovisual de “Comunicándonos en Agroempresario.com”, recibimos a Ricardo Hara, Networking consultoría y gestión de negocios en Japón en una entrevista exclusiva con Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com. compartió su visión sobre la relación entre Argentina y Japón.
Argentina y Japón se encuentran en las antípodas, no solo geográficamente, sino también culturalmente. Sin embargo, Ricardo Hara ha dedicado su vida a tender puentes entre ambas naciones, con el objetivo de fortalecer el vínculo comercial y empresarial. Su experiencia personal y profesional le ha permitido comprender las diferencias y similitudes entre ambos países, generando estrategias que faciliten una mejor adaptación de los productos argentinos al exigente mercado japonés.
"Me presento como una mezcla entre samurái y el Gauchito Gil", afirma Hara, reflejando su doble herencia: una infancia en el seno de una familia japonesa en Argentina, educado en la escuela pública y con una formación académica en la Facultad de Agronomía de la UBA. No fue hasta su primer viaje a Japón, tras recibirse como ingeniero agrónomo, que descubrió la otra faceta de su identidad y comprendió cómo ambos mundos podían complementarse.
Desde entonces, ha dedicado cuarenta años a construir relaciones entre Argentina y Japón, ocupando un rol fundamental en la consultoría y gestión de negocios bilaterales. Su conocimiento profundo de ambas culturas lo ha llevado a ser un actor clave en la promoción de productos argentinos en el mercado japonés.
Japón es una nación con características particulares que impactan en su forma de hacer negocios. Hara lo describe como el "país del triple 90":
Comprender esta estructura es clave para que Argentina pueda potenciar su relación comercial con Japón. "No se trata de ofrecer lo que Argentina produce, sino de entender qué es lo que demanda Japón y adaptar nuestra oferta a esa necesidad", explica Hara.
Uno de los conceptos fundamentales del management japonés es el "Genchi Genbutsu", que significa "ir, ver y confirmar con los propios ojos". Bajo esta filosofía, desde hace más de diez años, Hara organiza programas de inmersión en Japón para empresarios argentinos, permitiéndoles conocer de primera mano la metodología Kaizen (mejora continua).
El Kaizen se basa en cuatro pilares fundamentales:
Esta metodología, aplicada con éxito en Japón, podría ayudar a las empresas argentinas a salir del cortoplacismo y adoptar estrategias de largo plazo para un crecimiento sustentable.
Desde hace dos años, Hara lidera Bio Sofi, una empresa enfocada en la exportación de productos argentinos premium al mercado japonés. Su estrategia se centra en la comercialización de vinos, miel, yerba mate y aceites, apostando por la diferenciación y la calidad.
Además, ha explorado oportunidades en el rubro textil y, más recientemente, en la exportación de carne vacuna. "Si Argentina logra el estatus de libre de aftosa con vacunación, podría aumentar significativamente su participación en el mercado japonés, donde actualmente domina la carne de EE.UU., Australia y Canadá", señala.
Actualmente, Argentina exporta solo carne patagónica a Japón en volúmenes limitados, pero el potencial es inmenso. La aprobación sanitaria permitiría ampliar la exportación a niveles competitivos y aumentar la participación en un mercado que importa 600.000 toneladas anuales.
Si bien las oportunidades existen, también hay barreras que deben superarse. El mercado japonés es altamente proteccionista y cuenta con altos aranceles para las carnes importadas. Mientras que Australia y EE.UU. acceden con tasas menores al 25%, Argentina enfrenta un arancel del 38,5%, lo que la coloca en una situación desventajosa.
"Para competir de igual a igual, es fundamental un trabajo conjunto entre el sector privado y el Estado. No podemos esperar que los empresarios resuelvan todo solos. Se necesitan acuerdos bilaterales que reduzcan aranceles y faciliten el acceso al mercado japonés", enfatiza Hara.
Si bien China suele ser el foco de atención para la mayoría de los exportadores, Hara destaca que Japón ofrece ventajas estratégicas inigualables. Su mercado está regido por reglas claras, transparencia y un sistema de calidad exigente. Además, la aprobación japonesa puede servir como "sello de calidad" para ingresar a otros mercados asiáticos.
"Japón es una vidriera para Asia. Si los japoneses, que son extremadamente exigentes, aceptan un producto, otros mercados lo consideran confiable", explica. "Argentina debería enfocarse en mercados sofisticados, no solo en volumen, sino en valor agregado".
Hara concluye con una reflexión sobre la necesidad de acción: "Argentina no puede seguir perdiendo oportunidades. Mientras otros países avanzan, nosotros seguimos discutiendo lo mismo. Hay que dejar de buscar culpables y empezar a asumir responsabilidades".
Su mensaje es claro: el potencial existe, pero solo con una visión estratégica, trabajo constante y colaboración entre sector público y privado, Argentina podrá posicionarse como un jugador clave en el mercado japonés y global.