Por Agroempresario.com
El año 2001, en plena crisis económica en Argentina, marcó el inicio de lo que hoy es uno de los emprendimientos más populares de tortas del país: Los rogeles de Marcela. Marcela Sévola, una mujer que trabajaba como asistente dental, comenzó a hacer tortas para complementar su economía familiar. Junto a su sobrina, quien más tarde sería su socia, comenzó a producir tortas a mano en el quincho de su casa en Venado Tuerto, Santa Fe. Pero fue un producto en particular, el rogel, el que la catapultó al éxito.
Durante 15 años, Marcela y su sobrina amasaban y vendían rogeles sin que el negocio fuera más allá de una actividad secundaria. "Empezamos vendiendo solo 8 rogeles por semana, pero con el tiempo nos fuimos enfocando en el producto estrella, el rogel", recuerda Marcela. Para 2011, la socia de Marcela se unió al emprendimiento y juntas decidieron dar el siguiente paso: especializarse en el rogel, su producto más demandado.
A lo largo de esos años, el crecimiento fue paulatino pero constante. Sin embargo, no fue hasta la pandemia de 2020 cuando el negocio dio el salto definitivo. "Decidí dejar mi trabajo y hacer una inversión de $200.000 para mejorar el packaging", explica la emprendedora. Al mismo tiempo, comenzaron a vender el rogel en presentaciones individuales, lo que resultó ser un éxito inmediato. Este fue el primer quiebre que disparó las ventas del negocio.
Lo que nadie esperaba fue que el verdadero despegue llegaría gracias a un gesto simple pero estratégico. En 2021, Marcela y su socia decidieron enviarle un rogel de regalo a Santiago del Moro, conductor de uno de los programas más populares de la televisión argentina. "Mi socia escuchaba todos los días su programa y se le ocurrió la idea de mandarle un rogel", relata Marcela. El conductor se enamoró del producto y, en un gesto inesperado, decidió ingresar a la casa de Gran Hermano con uno de los rogeles de Marcela.
La repercusión fue inmediata. La cuenta de Instagram de "Los rogeles de Marcela" explotó en seguidores, y la demanda por sus productos se disparó. Las ventas pasaron de ser una actividad local a tener un alcance nacional. Sin embargo, el aumento de las ventas trajo consigo un desafío logístico: la producción no alcanzaba para satisfacer la nueva demanda. "Nos quedaba chico el espacio en el quincho, así que decidimos alquilar una fábrica en Venado Tuerto", explica Marcela.
La aparición en Gran Hermano fue el punto de inflexión que permitió a Marcela y su socia expandir el negocio. En la actualidad, la producción de Los rogeles de Marcela ha alcanzado una cifra impresionante: entre dos fábricas, la de Venado Tuerto y la de Elortondo, producen un total de 6.000 tortas al mes. Cada una de las fábricas tiene su especialización, y juntas producen un total de 130 rogeles diarios en Elortondo y 87 en Venado Tuerto.
"El éxito nos permitió abrir puntos de reventa en diferentes provincias", comenta Marcela. Hoy, su marca tiene presencia en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, con 36 puntos de reventa, y una tienda física en Rosario. Además, la publicidad semanal en el programa de Santiago del Moro se ha convertido en un pilar fundamental en su estrategia de crecimiento.
A medida que la demanda crece, Marcela y su socia ya están pensando en nuevas formas de expansión. "Estamos considerando abrir franquicias y duplicar nuestras ganancias este año", adelanta la emprendedora.
El camino que comenzó con una pequeña inversión de $200.000 en 2020 ha transformado a "Los rogeles de Marcela" en un fenómeno empresarial que no solo se ha ganado el paladar de los argentinos, sino que también ha demostrado que con esfuerzo, innovación y una estrategia de marketing bien pensada, es posible hacer crecer un emprendimiento de manera exponencial.
Marcela Sévola logró lo que muchos emprendedores sueñan: convertir un pequeño negocio familiar en una marca conocida a nivel nacional. El secreto de su éxito radica en su capacidad para adaptarse a las necesidades del mercado, invertir en la calidad del producto y, sobre todo, aprovechar las oportunidades que brinda el entorno mediático. Desde sus inicios humildes hasta su proyección de franquicias, "Los rogeles de Marcela" siguen demostrando que, en tiempos de crisis, la perseverancia y la creatividad pueden abrir puertas hacia grandes logros.