Por Agroempresario.com
La empresa hongkonesa CK Hutchison Holdings confirmó la venta de su participación en los puertos cercanos al Canal de Panamá a un consorcio estadounidense. La transacción, valuada en 20.000 millones de dólares, se produce en un contexto de creciente presión política por parte de Washington, con el ex presidente Donald Trump impulsando el regreso de Estados Unidos al control estratégico de esta vía comercial clave.
El consorcio comprador, compuesto por BlackRock, Global Infrastructure Partners y Terminal Investment Ltd, adquirió el 80% de Hutchison Ports. Además, tomó control del 90% de Panama Ports, empresa que gestiona los puertos de Balboa y Cristóbal, además de obtener participación mayoritaria en otros 43 puertos distribuidos en 23 países.
Según el comunicado oficial, la operación se cerrará a principios de abril, tras la validación del Gobierno panameño y la finalización de las auditorías regulatorias. Hutchison Holdings enfatizó que la transacción es de carácter “puramente comercial” y que no responde a presiones políticas.
Durante más de dos décadas, Hutchison Ports operó estratégicamente en ambos extremos del Canal de Panamá, una situación que generó críticas en Washington. Figuras como el secretario de Estado, Marco Rubio, calificaron como “inaceptable” la influencia china en el istmo, argumentando que el Gobierno de Xi Jinping podía utilizar los puertos como herramienta de presión global.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha intensificado su postura frente al control extranjero en infraestructuras críticas. En su retórica, el republicano llegó a insinuar la posibilidad de una intervención militar para recuperar el dominio estadounidense sobre el canal, provocando fuertes reacciones en la comunidad internacional y el gobierno panameño.
La Autoridad del Canal de Panamá, bajo control del gobierno panameño desde el año 2000, ha gestionado con éxito el paso marítimo, modernizando las vías fluviales y esclusas para adaptarlas al tráfico comercial creciente. Actualmente, cerca del 5% del comercio mundial depende de este corredor estratégico.
Con la reciente transacción, Estados Unidos refuerza su presencia en la región, en un movimiento que no solo impacta en la economía, sino que redefine el equilibrio geopolítico en América Latina.