Por Agroempresario.com
En un contexto de creciente búsqueda de diversificación comercial, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, destacó este domingo en Montevideo la importancia de la firma de un posible acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y Emiratos Árabes Unidos (EAU), lo que consolidaría un avance significativo en la estrategia de expansión del bloque sudamericano. Este acuerdo sería el tercero en un lapso de un año y medio, tras la firma con Singapur en 2023 y con la Unión Europea en diciembre del mismo año, un logro histórico tras 25 años de negociaciones.
El presidente Peña destacó que este acuerdo con Emiratos Árabes Unidos representa “un paso muy importante para el Mercosur” y reflejaría el dinamismo del bloque, que, a pesar de los desafíos, sigue encontrando nuevas oportunidades de crecimiento. El comercio entre Mercosur y Emiratos Árabes Unidos ha registrado un aumento notable en 2024, impulsado principalmente por la reactivación del sector agroindustrial en Argentina y el creciente interés de los Emiratos en fortalecer su seguridad alimentaria.
El acuerdo con EAU se presenta como una vía para acceder a mercados con alto poder adquisitivo en Oriente Medio, beneficiando a países como Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, que podrían ver reducciones en aranceles y barreras comerciales, facilitando la exportación de productos como carne, cereales y aceites vegetales. Este avance se alinea con la estrategia del Mercosur de diversificar sus mercados y reducir su dependencia de compradores tradicionales como China, Estados Unidos y la Unión Europea, al tiempo que busca aprovechar las oportunidades comerciales en mercados emergentes de la región del Golfo.
En este escenario de apertura comercial, el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, reafirmó el compromiso del país con la integración regional. Orsi destacó la relevancia del acuerdo recientemente firmado con la Unión Europea, subrayando que este pacto marcará un antes y un después para Uruguay y el Mercosur. En su discurso, hizo hincapié en la necesidad de que el bloque mantenga su competitividad global mediante la concreción de acuerdos estratégicos con diferentes socios internacionales, buscando optimizar las oportunidades de crecimiento para todos los miembros.
Sin embargo, la postura de Argentina sobre la permanencia en el Mercosur sigue siendo incierta, generando tensiones dentro del bloque. El presidente Javier Milei, en su discurso de apertura del curso legislativo, reiteró su intención de retirar a Argentina del Mercosur para avanzar en la firma de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. En sus declaraciones, Milei afirmó que el Mercosur, desde su creación, solo ha beneficiado a los grandes industriales brasileños a costa de empobrecer a la Argentina, cuestionando los beneficios del bloque para el país.
Milei defendió que la flexibilización de las políticas comerciales y la libertad para negociar acuerdos bilaterales serían esenciales para mejorar la competitividad de la economía argentina. “Basta de la mentira proteccionista porque, en el fondo, es ni más ni menos que un curro (estafa) entre los políticos y los empresarios prebendarios”, expresó el mandatario argentino.
Aunque la propuesta de Milei ha sido respaldada por algunos sectores industriales y políticos, ha generado fuertes críticas, especialmente dentro de las industrias y exportadores argentinos. Muchos advierten que la salida del Mercosur podría acarrear la pérdida de mercados preferenciales y dificultar la inserción de Argentina en el comercio global. La salida de Argentina podría tener efectos devastadores para las relaciones comerciales dentro del bloque y afectaría la estabilidad económica de toda la región.
En este contexto, la postura de Argentina plantea interrogantes sobre el futuro del Mercosur, que enfrenta un año clave para definir su rumbo y su lugar en la economía global. Mientras Paraguay y Uruguay refuerzan su estrategia comercial mediante nuevos acuerdos, la incertidumbre generada por la propuesta de Milei agrega un grado de complejidad a la ya desafiante dinámica interna del bloque.
La situación actual refleja un Mercosur dividido, con algunos de sus miembros avanzando hacia acuerdos estratégicos para fortalecer su presencia internacional, mientras que otros cuestionan su efectividad y buscan alternativas para mejorar su competitividad global. En este contexto, la pregunta sobre el futuro del bloque sudamericano sigue abierta, y será necesario observar cómo se desarrollan los próximos meses para determinar si los países del Mercosur logran superar sus diferencias y consolidar una posición común en el comercio global.