a Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA – CEC) había informado la semana pasada que el ingreso de divisas por la soja en el mes de marzo fue de alrededor de US$1.064,3, lo que significó una baja del 6,9% en comparación a 2018. Ahora, estimaron que, como consecuencia de la caída del precio de la oleaginosa por el impacto del coronavirus y por una menor cosecha proyectada, la Argentina ya habría perdido divisas por casi 3.000 millones de dólares.
Así lo manifestó el presidente de CIARA – CEC, Gustavo Idígoras, quien afirmó que “la caída de precios de la soja y la menor producción estimada generarán una baja de 3.000 millones de dólares. Las bajas de precios están motivadas por el efecto del coronavirus y la fuerte caída del precio del petróleo”.
Asimismo, Idígoras expresó: “Desde que estalló la pandemia, el sector comenzó a sufrir una serie de consecuencias directas teniendo en cuenta que los granos y derivados son productos que son básicos para la seguridad alimentaria en el mundo y, sobre todo, por el vínculo fuerte que hay con el sudeste asiático, que representa el 65% del total de las exportaciones argentinas al mundo”
En ese sentido, sostuvo que “la pandemia generó tres efectos: el primero fue una profundización de la recesión que se estaba empezando a ver a nivel mundial, lo cual generó una expectativa de demanda menor y sostenida en los próximos meses y tal vez años. En segundo lugar, de los problemas que ya tenía el sudeste asiático por la gripe porcina africana, se le sumó el coronavirus, lo que generó volatilidades de precios descendentes y el nuevo efecto mundial que es un virus afectando a la logística mundial. El coronavirus trajo el condicionamiento de la logística y empezamos a ver que los puertos chinos tenían problemas, los asiáticos, las líneas marítimas y después eso se trasladó a Europa. Es así que hay redefiniciones de rutas marítimas, de empresas y de estructuras”.
Asimismo, señaló: “Vemos al mercado internacional de granos como altamente volátil. Al mismo tiempo, tenemos una expectativa positiva del sudeste asiático, que podría generar cierta sostenibilidad de precios y una buena demanda. Lo que estamos viendo en el corto plazo es un crecimiento de demanda, particularmente vinculado al sobrestock de muchos países. Así como cuando un consumidor va al supermercado en estas condiciones y compra el doble de lo que compraría, el mundo también”.
“Es muy importante para nosotros trabajar fuerte el tema de los municipios y sus restricciones, de corredores sanitarios seguros, para que la Argentina dé respuestas a estas necesidades internacionales, pero también como beneficio del país en el término de ingreso de divisas”, concluyó Idígoras.