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Por Agroempresario.com
La economía argentina finalizó el 2024 con una contracción del 1,7%, pero con un crecimiento interanual del 2,1% en el cuarto trimestre, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este desempeño estuvo impulsado por el consumo privado, la inversión y las exportaciones, además de la recuperación del sector agropecuario tras la sequía de 2023.
El quiebre de tendencia se produjo en el tercer trimestre, cuando el Producto Bruto Interno (PBI) creció 3,9% interanual. En la comparación desestacionalizada, el cuarto trimestre mostró una expansión del 1,4% respecto al trimestre anterior, consolidando la recuperación económica.
Según el informe del Indec, los principales componentes de la demanda tuvieron desempeños positivos. Las exportaciones crecieron un 7,7% trimestral y un 27,1% interanual, el consumo privado aumentó 3,2%, el consumo público subió 0,8% y la inversión avanzó 11,3% en la comparación trimestral.
Los sectores que lideraron el crecimiento fueron hoteles y restaurantes, con un aumento del 18,1% interanual, e intermediación financiera, con 8,4%. En contraste, la construcción registró una caída del 12,4%.
Desde el Gobierno, el dato fue recibido con optimismo. Martín Vauthier, director del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), destacó en redes sociales que "el nivel del PBI en el cuarto trimestre fue el más alto para ese período desde 2017". Señaló, además, que las exportaciones alcanzaron un récord histórico para la serie iniciada en 2004.
Economistas como Federico González Rouco y Camilo Tiscornia coincidieron en que el consumo privado fue el principal motor de la recuperación. González Rouco destacó que "el crecimiento del consumo fue superior al del PBI y la inversión también mostró un alza significativa". Tiscornia subrayó la revisión al alza en el sector de hoteles y restaurantes, que pasó de una caída del 0,6% a un crecimiento del 18,1%.
El economista Jerónimo Montalvo, de la consultora Abeceb, enfatizó que "se rompió una seguidilla de seis trimestres consecutivos de caída" y que "el consumo privado y la inversión mostraron una marcada recuperación".
A pesar de la mejora en el cierre del año, la caída del 1,7% en el PBI anual se explicó por la fuerte baja del consumo privado (-4,2%) y la inversión (-17%). No obstante, el crecimiento de las exportaciones y la retracción de las importaciones atenuaron la caída económica.
El desempeño del cuarto trimestre dejó un "arrastre estadístico" positivo de 2,7% para el inicio de 2025, lo que podría sentar las bases para una recuperación más sostenida en los próximos meses.
