Por Agroempresario.com
Un grupo de 120 ganaderos, provenientes de distintas partes de Argentina, Uruguay y Brasil, recorrió durante cuatro días diez estancias de Tierra del Fuego en una gira organizada por la Asociación Argentina de Criadores de Hereford. El objetivo fue conocer de cerca el sistema productivo que caracteriza a la isla, donde la ganadería bovina coexiste con la ovina, la explotación petrolera y el turismo de pesca con mosca.
El recorrido comenzó en Ushuaia, con una bienvenida oficial por parte de la vicegobernadora Mónica Urquiza y la ministra de Producción y Ambiente, Karina Fernández. En el acto inaugural, se entregó un documento oficial que declaró al evento de interés provincial. A partir de allí, el grupo se trasladó en combis y camionetas hacia diferentes estancias en Tolhuin y Río Grande, observando el singular paisaje de la isla, que va desde el ecotono de Ñires y Lengas hasta la estepa fueguina.
La Asociación Argentina de Criadores de Hereford destacó que casi el 100% de la ganadería bovina en Tierra del Fuego está representada por esta raza, que se ha adaptado a las exigentes condiciones de la isla durante más de 70 años. Esta adaptación ha sido posible gracias a la mansedumbre, rusticidad y facilidad de engrasamiento del Hereford, que la hacen ideal para enfrentar los rigurosos inviernos fueguinos.
Durante la gira, los productores pudieron observar rodeos de Pedigree, Puro Registrado y VIP, todos inscritos en los programas de selección de la asociación. Se detallaron aspectos técnicos como el ciclo reproductivo, en el que el entore se realiza entre los 24 y 26 meses, con toros en servicio durante un periodo de 90 días, entre diciembre y marzo. El porcentaje de participación de los toros es de entre el 3 y el 4%, mientras que la cantidad de hectáreas por vaca varía entre 6 y 20, dependiendo de la oferta forrajera del campo.
El clima de Tierra del Fuego presenta varios desafíos para la ganadería, principalmente debido al crudo invierno. “Las vacas deben estar bien engrasadas para poder pasar el invierno sin dificultades”, explicaron desde la Asociación Hereford. Durante esta estación, las vacas pueden perder hasta 100 kilos, pero logran recuperar el peso en primavera gracias al rebrote de pasto.
El pasto predominante en la isla es el Coirón (Festuca Gracillima), que cubre más de la mitad de la oferta forrajera. Además, se cultivan especies como el ray grass, pasto ovillo, festuca y trébol blanco. Algunos productores están experimentando con alfalfa de grado 4 para mejorar la calidad del forraje.
A pesar de los excelentes resultados productivos, los ganaderos enfrentan varias amenazas para la producción. Uno de los mayores problemas es la proliferación de la maleza invasora Pilosa (Hieracium pilosella), originaria de Nueva Zelanda, que ha invadido grandes áreas de campo. Su control es complicado debido a los fuertes vientos, y las aplicaciones para combatirla deben hacerse en ventanas climáticas muy cortas, generalmente durante la noche.
Asimismo, los perros asilvestrados siguen siendo una amenaza, ya que provocan pérdidas tanto en el ganado bovino como ovino. También se ha observado un incremento de la población de guanacos, lo que está afectando los programas de recuperación forrajera. Estas problemáticas han sido planteadas a las autoridades en varias ocasiones.
A pesar de estos inconvenientes, los productores destacaron el principal tesoro de Tierra del Fuego: su estatus sanitario. La isla es libre de brucelosis, tuberculosis, leucosis, aftosa y lengua azul, lo que la convierte en un lugar ideal para la exportación de genética y ganado en pie. Este estatus sanitario es una ventaja competitiva para los productores, que pueden acceder a mercados internacionales exigentes en cuanto a la calidad sanitaria de los productos.
La gira permitió que los ganaderos compartieran experiencias, intercambiaran conocimientos y se comprometieron a seguir trabajando en la mejora de la raza Hereford y la ganadería en Tierra del Fuego, con el objetivo de mantener la calidad y sostenibilidad del sector.