Por Agroempresario.com
El economista Gabriel Rubinstein, ex viceministro de Economía durante la gestión de Sergio Massa, manifestó su preocupación respecto al nuevo acuerdo del gobierno de Javier Milei con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según Rubinstein, los eventuales fondos frescos que podría recibir la Argentina estarían sujetos a restricciones que podrían limitar su uso y generar un contexto de volatilidad cambiaria prolongada.
En declaraciones a Noticias Argentinas, Rubinstein explicó que cuando el FMI otorga fondos con anticipación a los vencimientos, da la sensación de que se trata de recursos adicionales, ya que no hay necesidad inmediata de reembolsarlos. No obstante, enfatizó que el organismo impone regulaciones estrictas sobre el destino de estos fondos. "Nos está dando una muestra de confianza al adelantarnos tanto el dinero, pero eso no significa que podamos disponer de él libremente", señaló.
El ex funcionario recordó que, durante su tiempo en el Ministerio de Economía, la situación era diferente, ya que los pagos al FMI se realizaban antes de recibir nuevos desembolsos. En ese sentido, valoró la anticipación actual de los fondos, pero advirtió que su utilización estará condicionada. "El FMI no permitirá que estos fondos se usen en el mercado de cambios a un valor que considere muy atrasado, como ocurre actualmente", afirmó Rubinstein.
Desde su perspectiva, este es un problema serio porque, en caso de una corrida cambiaria, el gobierno podría verse limitado en su capacidad de intervención. "Si hay un incendio financiero, los matafuegos estarán sin cargar para enfrentarlo", graficó. En consecuencia, prevé que la economía argentina seguirá conviviendo con un alto riesgo de volatilidad cambiaria y devaluación durante un largo tiempo.
Por otro lado, el economista analizó el desempeño de la economía nacional y señaló que, tras tocar fondo en abril y mayo, comenzó a mostrar signos de recuperación. "En los últimos meses, la economía ha crecido entre un 0,3% y un 0,5% cada mes, recuperando lo perdido", afirmó, aunque admitió que la caída inicial fue muy pronunciada. De cara al futuro, proyectó un crecimiento del 6% para 2025, en parte por el efecto rebote y el arrastre positivo del 2024. Sin embargo, advirtió que la sostenibilidad del crecimiento dependerá de diversos factores, como la inversión en sectores clave como la minería y Vaca Muerta.
En cuanto a la inflación, Rubinstein aseguró que "las condiciones están dadas para que siga bajando, aunque a un ritmo menor al esperado por el Gobierno". Consideró que el proceso de desinflación ha sido un logro de la administración Milei, pero que enfrenta dificultades. "Con el tiempo, podría llegar al 1% mensual y, más adelante, al 0,5%", pronosticó.
Sobre el ajuste fiscal llevado a cabo por el gobierno, Rubinstein destacó que la reducción del déficit ha sido significativa, pasando de un 5% del PBI a cerca del 4%. Sin embargo, desestimó la idea de que el déficit cuasifiscal haya alcanzado el 10%, como se mencionó en algunos sectores. "Este ajuste era necesario porque la Argentina no tenía dólares ni financiamiento, ni en pesos ni en dólares, por lo que no había alternativa", explicó.
A pesar de considerar positivo el ajuste, Rubinstein cuestionó la distribución de su impacto. "Podemos discutir quiénes pagan la carga de este ajuste: los jubilados, la obra pública, entre otros", indicó, dejando abierta la discusión sobre la equidad en las políticas económicas implementadas.