Por Agroempresario.com
El sector equino argentino busca potenciar su desarrollo con un doble enfoque: por un lado, una fuerte inversión en la mejora genética de la raza Silla Argentino y, por otro, un pedido formal al Gobierno para implementar cambios impositivos y previsionales que permitirían triplicar las exportaciones de caballos. En el último año, la Asociación de Fomento Equino invirtió un millón de euros en la adquisición de semen de los mejores padrillos europeos, buscando elevar la calidad de los ejemplares nacionales para la competencia internacional.
La entidad espera concretar una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, con el objetivo de discutir medidas que faciliten la expansión del sector. Entre sus principales reclamos, se encuentra la reducción del IVA del 21% al 10,5%, equiparándolo con el gravamen aplicado a la ganadería. Además, proponen una revisión en las cargas sociales para adaptarlas a la realidad de los contratos temporales característicos de la actividad, lo que podría fomentar la formalización de miles de empleos.
Según Carl Fuchs Facht, presidente de la Asociación de Fomento Equino, el sector genera aproximadamente 90.000 empleos directos en Argentina y cuenta con un promedio de exportación de 2800 caballos anuales, con un valor total de mercado cercano a los 23 millones de dólares. En el caso de los caballos de salto, se comercializan alrededor de 800 ejemplares al año, con Brasil, Estados Unidos y México como principales destinos.
Uno de los pilares de la estrategia de la asociación ha sido reforzar la calidad de la crianza mediante el impulso del banco de semen, que ya cuenta con genética de primer nivel importada desde Alemania, Francia y Bélgica. En particular, se realizaron importantes compras al criadero de Paul Schockemöhle, un referente mundial en la materia, invirtiendo 680.000 euros en semen de los mejores padrillos del mundo.
"Nuestro país no se destaca por la cantidad, sino por la calidad de los caballos que exporta, pero para aumentar nuestra competitividad no solo necesitamos mejoras genéticas, sino también reducir las trabas burocráticas en el comercio del Mercosur", explicó Fuchs Facht. En este sentido, el sector también reclama una simplificación de los trámites de tránsito y exportación para agilizar la comercialización internacional de los equinos argentinos.
El esfuerzo por elevar la calidad genética de los caballos argentinos ya muestra resultados tangibles. Un ejemplo de ello es la yegua Combella, que figura entre los diez mejores caballos de salto a nivel mundial. Su propietario, José María Laroca, es un referente argentino en la disciplina y ha representado al país en cinco Juegos Olímpicos. Otro emblema de la crianza nacional es Iconton, considerado un ícono de la raza Silla Argentino.
"Para criar estos caballos de exportación se necesita una genética mejoradora, herreros que corrijan el aplomo de los potrillos, buena nutrición y un manejo adecuado de los animales. En todo esto estamos trabajando desde la asociación", detalló Fuchs Facht.
La Asociación de Fomento Equino ha logrado sumar 100 criadores en el último año, alcanzando un total de 350 miembros. Con el respaldo de inversiones y el impulso de cambios impositivos y comerciales, el sector busca consolidar a Argentina como un jugador clave en el mercado mundial de caballos de alto rendimiento. Ahora, la expectativa está puesta en la respuesta del Gobierno a sus pedidos de reformas que podrían marcar un antes y un después en la exportación equina.