Por Agroempresario.com
El mercado cambiario se enfrenta hoy a un escenario clave para definir las expectativas sobre la evolución del dólar en Argentina. El Gobierno necesita cubrir vencimientos por $9 billones, y la licitación de bonos del Tesoro, en especial los "dollar linked", será el termómetro para medir la confianza de los inversores en el futuro económico del país.
Ayer, como ha sido la tendencia en los últimos días, el mercado se mostró tranquilo, con pocas novedades del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, la calma fue engañosa, ya que el comportamiento del mercado de divisas muestra que la presión sigue latente. En el Mercado Libre de Cambios (MLC), las liquidaciones de exportaciones siguen siendo bajas, y el Banco Central continúa interviniendo para cubrir la diferencia, algo que no puede sostenerse indefinidamente con el actual nivel de reservas.
El dólar en sus diferentes modalidades - el MEP, el contado con liquidación (CCL) y el libre - mostró movimientos de leve alza durante la jornada. El MEP alcanzó los $1.295, mientras que el CCL aumentó un 0,5% y se ubicó en $1.298,7. El dólar libre, por su parte, también se alzó hasta los $1.295, cerrando alineado con los otros tipos de cambio fuera del cepo. La brecha de más del 20% con el dólar oficial sigue mostrando la preocupación del mercado respecto a la capacidad del Gobierno para controlar el tipo de cambio.
En el MLC, el Banco Central vendió USD 109 millones para intentar moderar la presión cambiaria. Según la consultora F2 de Andrés Reschini, las ventas del BCRA en el MLC han sido consistentes en los últimos días, pero la capacidad para mantener este ritmo es limitada. En las últimas siete ruedas, el saldo de las intervenciones fue vendedor, con un promedio de USD 187,6 millones diarios, lo cual no es sostenible en el tiempo dada la baja de las reservas. Ayer, las reservas cayeron en USD 185 millones, quedando en un total de USD 26.441 millones.
El mercado de futuros también refleja la incertidumbre. A pesar de que el ajuste de los contratos fue positivo en los plazos más cercanos, el mercado sigue apostando a una devaluación futura del peso. Los precios de los contratos de futuros continúan por encima de las expectativas de inflación de los próximos meses, lo que indica que los inversores no creen que la situación se estabilice rápidamente. El volumen de operaciones superó el millón de contratos, y el interés abierto aumentó en 51,2 millones, lo que revela una fuerte demanda por coberturas ante la incertidumbre.
En cuanto a los bonos del Tesoro, hoy se licitarán títulos clave para cubrir los vencimientos de deuda. El mercado estará atento especialmente a los bonos "dollar linked", que ajustan según la evolución del dólar oficial. Estos bonos, que vencen en 2025 y 2026, serán un importante indicador de la confianza de los inversores en el futuro de la moneda local. En las licitaciones anteriores, los bonos vinculados al dólar no mostraron una gran demanda, pero en los días siguientes aumentaron su valor, lo que sugiere que el mercado podría estar anticipando una devaluación.
El comportamiento de estos bonos será fundamental para determinar la dirección futura del mercado cambiario. Si la demanda es baja, podría indicar que los inversores esperan una devaluación más pronunciada o una mayor incertidumbre en el corto plazo. En cambio, si hay una alta demanda, podría interpretarse como una señal de confianza en la política económica del Gobierno, aunque esto parece poco probable en el actual contexto de crisis.
En el mercado internacional, las noticias no son mucho más alentadoras. En Estados Unidos, el índice de confianza del consumidor cayó a su nivel más bajo en los últimos cuatro años, lo que generó incertidumbre en los mercados globales. Sin embargo, a pesar de esta noticia negativa, las Bolsas de Nueva York reaccionaron con leves alzas en el premarket, mientras que el oro retrocedió ligeramente.
Con todos estos factores en juego, el día de hoy será una verdadera prueba de fuego para el mercado cambiario argentino. El resultado de la licitación de los bonos del Tesoro podría ser el detonante de nuevas expectativas sobre el futuro del dólar, lo que a su vez impactaría en la confianza de los inversores y en la dinámica económica en el corto y mediano plazo.