Por Agroempresario.com
Al norte de Salta, en el corredor que une la capital provincial con La Caldera, se construye un nuevo espacio académico que busca transformar la enseñanza, la producción y el vínculo entre el conocimiento y el desarrollo de las economías regionales.
La Universidad Católica de Salta (UCASAL) impulsa este proyecto, que va más allá de la infraestructura tradicional: se trata de una plataforma diseñada para experimentar, aplicar conocimientos, generar prácticas y fortalecer el entramado local.
Con más de 100 hectáreas ubicadas sobre la Ruta Nacional Nº 9, el Campus Monseñor Pedro Reginaldo Lira avanza en su construcción por etapas. Desde septiembre, se han completado tareas de nivelación del terreno, trazado de zonas, distribución de corrales y provisión de servicios básicos.
El predio ha sido concebido no sólo como un espacio de aprendizaje, sino también como un centro de desarrollo científico, social y económico. Inicialmente, se enfocará en actividades de la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias, con especial atención en la mejora de la productividad caprina en zonas donde esta actividad representa un pilar económico.
Uno de los proyectos clave dentro del campus es la instalación de un tambo caprino modelo y un centro de genética caprina. Estas infraestructuras permitirán la cría y mejora de razas adaptadas a los climas y suelos del Chaco salteño y los Valles Calchaquíes, optimizando así la producción de leche y carne.
“El propósito es que los estudiantes aprendan en contacto directo con los sistemas productivos, en un entorno académico que también beneficie a las comunidades locales”, destacó el Dr. Javier Binda, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias.
UCASAL ya cuenta con Finca El Paraíso, un establecimiento que ha servido como base para la investigación en agricultura y ganadería. Con el nuevo campus, la universidad busca articular ambas infraestructuras para ampliar capacidades y ofrecer más oportunidades de formación.
Las actividades en el campus incluirán capacitación en manejo de rodeos, prácticas sanitarias, alimentación animal y gestión de residuos productivos. Las razas caprinas seleccionadas se adaptarán mejor a las exigencias del entorno y serán evaluadas bajo estándares científicos para garantizar su efectividad en otras regiones.
El nuevo campus abre la posibilidad de articular con productores familiares, cooperativas y organismos estatales. A través de convenios, se impulsarán capacitaciones, acceso a tecnología genética, asesoramiento técnico y apoyo en ferias agropecuarias.
“Buscamos que el campus no solo forme profesionales, sino que también brinde soluciones a los problemas productivos reales de la región”, señaló el decano. La combinación de formación práctica con infraestructura de vanguardia generará un ecosistema ideal para la investigación aplicada.
El proyecto contempla una expansión progresiva, que incluirá laboratorios, aulas modulares, espacios para ensayos productivos y sistemas de tratamiento de residuos. Además, se prevé que los productos generados en el campus cuenten con estándares de calidad que les permitan acceder a mercados locales y, eventualmente, a circuitos de comercialización más amplios.
La propuesta académica apuesta por un modelo educativo anclado en el territorio. En lugar de centrarse solo en teoría, los estudiantes trabajarán con animales reales y sistemas productivos en funcionamiento, asumiendo responsabilidades directas sobre los resultados.
El proyecto busca consolidarse como un modelo educativo dinámico, que combine saberes tradicionales con tecnologías de última generación. De esta manera, la universidad apunta a convertir el conocimiento en una herramienta concreta para mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales y potenciar el desarrollo regional.