Por Agroempresario.com
En un contexto de apertura económica y cambios estructurales impulsados por el gobierno nacional, el presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró que el levantamiento del cepo cambiario mejora significativamente las condiciones para atraer inversiones energéticas. En declaraciones radiales, el ejecutivo destacó que la combinación de esta medida con el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) genera un escenario más favorable para el financiamiento de proyectos estratégicos como el gas natural licuado (LNG).
“Ya estaba con el RIGI, con todo lo que se venía, el cambio en Argentina ya estaba andando. Con todo esto es mejor todavía”, afirmó Marín, al tiempo que remarcó la necesidad de eliminar restricciones cambiarias que dificultaban el ingreso de capital extranjero. En particular, se refirió al proyecto Argentina LNG 3, una de las grandes apuestas de la petrolera estatal, que apunta a exportar hasta 100 mil millones de dólares en dos décadas.
“Para LNG, el RIGI ya evitaba el tema del cepo después de dos años. Ahora, sin cepo, es mucho mejor. Esto potencia todo”, explicó el titular de YPF, que viene desplegando una agenda internacional activa en busca de financiamiento y socios estratégicos para avanzar con la infraestructura necesaria.
Marín subrayó que, gracias a las nuevas condiciones macroeconómicas, la percepción sobre Argentina ha mejorado entre los actores internacionales. “Estuve en Italia, almorzamos con potenciales inversores y todos ven a la Argentina como un lugar pujante, con recursos y con un gobierno que facilita las inversiones. Quieren venir”, expresó.
Durante su participación en el reciente Investor Day en Nueva York, el presidente de YPF presentó el plan estratégico de largo plazo de la compañía, que contempla duplicar su EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) hacia 2030. Según indicó, la recepción del mercado fue muy positiva.
“Hoy tenemos un EBITDA de 5 mil millones de dólares y lo vamos a llevar a 12 mil millones para el año 2030. La acción reaccionó muy bien y recibimos mensajes alentadores de parte de los inversores. Fue un éxito”, sostuvo. El plan también prevé alcanzar una producción total de 2 millones de barriles equivalentes por día, con 1 millón operado directamente por YPF, con fuerte foco en el desarrollo de Vaca Muerta, una de las principales reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo.
Uno de los avances más significativos en esa dirección fue la firma de un acuerdo con la petrolera italiana ENI, en la ciudad de Milán. El convenio contempla la participación conjunta en el proyecto Argentina LNG 3, con vistas a comenzar las exportaciones de gas licuado en 2028. Además, ENI manifestó su interés en explorar proyectos offshore junto a la estatal argentina.
Marín valoró el impacto del trabajo institucional de YPF y el respaldo político del presidente Javier Milei, cuya relación con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, facilitó el acercamiento con ENI. “Le agradezco mucho al presidente todo lo que hace y lo generoso que ha sido conmigo por haberme dado la oportunidad de liderar YPF. Hoy, con este gobierno, todo se hace más fácil”, señaló.
Consultado por la evolución del precio de los combustibles, el CEO explicó que YPF realiza un análisis mensual basado en cuatro variables: el precio del crudo internacional, el tipo de cambio, la carga impositiva y el valor de los biocombustibles. “Estamos viendo el precio de la nafta una vez por mes. Si a fin de mes hay que bajarla, se bajará”, remarcó.
En relación al contexto internacional, Marín analizó el impacto de las políticas económicas de Donald Trump en el mercado energético. Si bien reconoció que generaron cierta volatilidad en el precio del petróleo Brent, descartó consecuencias arancelarias directas sobre las exportaciones de energía. “No hay aranceles al petróleo ni al gas. Lo que sí puede afectar es el precio, pero no hay barreras comerciales para la energía argentina, ni siquiera en China”, indicó.
El ejecutivo también se refirió a las tendencias globales que impulsan la demanda energética, como el desarrollo de la inteligencia artificial y la minería de criptomonedas. “Esto genera una necesidad adicional de energía que se va a sumar a la demanda estructural. Hay que prepararse con visión de largo plazo”, afirmó, advirtiendo sobre los riesgos de tomar decisiones en función de vaivenes coyunturales.
En ese sentido, destacó que el sector energético requiere estabilidad y planificación sostenida. “Cuando hay pánico, bajan los commodities, caen las acciones y eso afecta. Pero la energía es una industria de largo plazo. No hay que dejarse llevar por lo inmediato”, sostuvo.
De cara al cierre del año, Marín anticipó que el objetivo es lograr una decisión final de inversión (FID) con ENI para Argentina LNG 3, lo que permitiría iniciar las obras y concretar las primeras exportaciones en tres años. Remarcó que el precio del LNG está ligado al del gas, y que Argentina posee ventajas comparativas frente a Estados Unidos gracias a la cercanía con los mercados de destino y los costos competitivos de producción.
Finalmente, el CEO reivindicó el rol estratégico de YPF en el entramado energético nacional. “YPF es la Argentina al palo. Llevamos combustibles a todos los rincones del país. Hacemos los mismos kilómetros que yendo a la Luna y de vuelta”, graficó. Y cerró con una ambiciosa meta: ubicar a la empresa entre las diez principales compañías del mundo en no convencionales y consolidar su papel como proveedora clave de energía para el desarrollo del país.
Las declaraciones de Marín, en plena transición hacia una economía más abierta, reflejan el optimismo del sector energético ante un contexto más previsible y amigable para los inversores. Para YPF, el desafío es capitalizar esta oportunidad histórica y posicionarse como una potencia energética global desde el corazón de Vaca Muerta.