Por Agroempresario.com
La carne porcina argentina ha logrado ingresar por primera vez a Filipinas, el sexto mayor importador mundial de este producto, abriendo así un nuevo y prometedor mercado para el sector. El envío, que partió desde una planta ubicada en Marcos Paz, provincia de Buenos Aires, marca un hito histórico para la cadena porcina nacional, al sumar un destino clave en el competitivo escenario asiático.
Este logro es fruto del trabajo articulado entre la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el SENASA y la Cancillería argentina, que gestionaron la apertura de este exigente mercado. Se trata de una expansión estratégica, ya que Filipinas ha incrementado fuertemente su nivel de importaciones en los últimos años, posicionándo por encima de mercados tradicionales como Estados Unidos y Hong Kong.
Además del valor simbólico y comercial del acceso, el tipo de producto exportado tiene un impacto adicional: se trata de subproductos porcinos sin demanda interna, lo cual permite maximizar el aprovechamiento de la faena y generar ingresos extra para los productores. En este contexto, la carne porcina argentina comienza a consolidarse como una oferta competitiva y de alta calidad para nuevos destinos.
En lo que va del 2024, Filipinas no es el único mercado que se ha sumado a la cartera porcina argentina. También se concretaron exportaciones a Paraguay, donde se envían menudencias refrigeradas y carne fresca sin hueso, y se avanzó en nuevas aperturas hacia la Unión Europea, Ecuador, Sudáfrica, Brasil y Uruguay.
El avance hacia estos mercados refleja una política de inserción internacional que busca diversificar destinos, aprovechar nichos poco explotados y darle mayor valor agregado al sector agroindustrial. En momentos donde la competitividad global es clave, este tipo de gestiones reafirman el potencial de la carne porcina argentina, que continúa ganando espacio en los principales mercados del mundo.