Por Agroempresario.com
En el marco de un contexto económico complejo y tras las declaraciones públicas del ministro de Economía, Luis Toto Caputo, más automotrices definieron sus políticas de precios para mayo, marcando un quiebre en las decisiones previas que algunas terminales habían tomado respecto de los aumentos. En total, ya son cinco las marcas que comunicaron sus políticas de precios, en medio de una fuerte controversia generada por un posteo en redes sociales del funcionario.
De las cinco terminales automotrices que han anunciado su política para este mes, Nissan y Ford decidieron mantener sus precios sin modificaciones respecto de abril, mientras que Volkswagen y General Motors aplicaron incrementos moderados de hasta un 1,5%. Toyota, por su parte, también optó por un aumento, similar al de las otras compañías, en un intento por adaptarse a la inflación y al aumento de los costos de producción, aunque en menor medida.
El conflicto se desató a raíz de las declaraciones públicas de Caputo, quien cuestionó la intención de Stellantis Argentina de incrementar los precios de sus vehículos, a través de una publicación en sus redes sociales. Este episodio desató una serie de reacciones en las terminales automotrices, que rápidamente se vieron obligadas a revisar sus decisiones, aunque algunos aumentos ya estaban acordados.
Si bien las decisiones sobre precios son autónomas de cada compañía, el ministro Caputo dejó claro que su intención no era cuestionar exclusivamente a Stellantis, sino enviar un mensaje claro al sector, alertando sobre la necesidad de no generar aumentos arbitrarios en el contexto económico actual. En las palabras de un empresario importador consultado por Infobae, “No fue contra Stellantis, fue una oportunidad para mandar un mensaje a todos. Si el Ministro quería, podía levantar el teléfono, llamar a los presidentes de las terminales, averiguar qué estaba pasando y hasta debatir el tema con ellos. Eligió hacerlo en público porque quería que el mensaje fuera claro y que la gente lo sepa también”.
Sin embargo, las intervenciones públicas del Ministro no dejaron de generar incomodidad en el sector, especialmente en un momento en el que el mercado automotriz se encuentra ajustado por las restricciones de producción y la inflación. “Pero más allá de las formas, Caputo tiene razón”, admitió un empresario del sector. “Les dio todo lo que le pidieron. Les sacó hasta el doble IVA. No era necesario aumentar los precios en el primer mes sin cepo, sabiendo que el escenario es de una leve subida de la inflación, al menos en abril y mayo. Probablemente haya sido el 3,5% lo que más le molestó, y por eso los aumentos fueron más moderados, de 1,5%”, agregó.
En ese contexto, las automotrices se enfrentan al dilema de equilibrar sus márgenes de rentabilidad con las políticas públicas del gobierno. Según fuentes de la industria, las decisiones de las empresas fueron influenciadas por el alto grado de visibilidad pública de los precios de los autos en Argentina. “La industria automotriz fue una de las que más contribuyó para que la inflación fuera menor cuando otros rubros aumentaban mucho más”, señalaron representantes de una terminal automotriz. Sin embargo, su exposición ante el público genera presiones tanto internas como externas para justificar los incrementos.
Por otro lado, el diálogo entre los empresarios y el gobierno sigue siendo fluido. Los ejecutivos del sector reconocen las medidas positivas del gobierno y las valoran, aunque, en muchos casos, prefieren mantener un perfil bajo y hablar con cautela. La situación se torna más delicada cuando se considera que los aumentos en los precios no son una cuestión exclusivamente económica, sino que también están ligados a la política fiscal y la presión del gobierno sobre las industrias clave.
Además de los aumentos en los precios, otro tema relevante que sigue sobre la mesa es la renovación de la exención a las exportaciones incrementales. Este tema es vital para las terminales automotrices, ya que afecta directamente a las exportaciones de vehículos y, por ende, a la competitividad de la industria a nivel regional. Las automotrices deben pagar un 2,5% de derechos de exportación sobre los primeros 137.000 vehículos que exportan cada año, pero una vez superada esa cifra, las exportaciones adicionales no tienen retenciones.
Con el aumento esperado en las exportaciones de vehículos, que podría llegar a las 350.000 unidades, la renovación de esta exención se vuelve aún más crucial. De no renovarse, todas las unidades exportadas estarían sujetas a los derechos de exportación, lo que afectaría considerablemente la rentabilidad de las terminales. En 2024, de las 314.735 unidades exportadas, solo las primeras 137.000 estuvieron sujetas a retenciones. Para el resto, no hubo cargos adicionales.
El sector automotriz sigue siendo uno de los motores clave de la economía argentina, y los empresarios son conscientes de la importancia de mantener el diálogo abierto con el gobierno para garantizar que las políticas públicas no perjudiquen más de lo necesario a una industria que juega un rol clave en la generación de empleo y la exportación.
La renovación de la exención a las exportaciones incrementales será un tema fundamental para los próximos días, mientras las terminales automotrices se preparan para afrontar los desafíos del contexto económico, la presión de los aumentos de precios y la incertidumbre política. En este escenario, el gobierno sigue de cerca los movimientos del sector, dispuesto a intervenir para evitar aumentos desmedidos, pero consciente de que debe mantener un equilibrio para no afectar la competitividad de una de las industrias más importantes de la economía argentina.