En el marco de la Cuarta Temporada de “Comunicándonos en Agroempresario.com”, Fernando Camargo, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Argentina, fue entrevistado por Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com. En una conversación profunda y estratégica, Camargo ofreció una mirada integral sobre los desafíos y oportunidades del agro latinoamericano, haciendo especial foco en el modelo de desarrollo brasileño, el papel clave del conocimiento científico y la urgencia de una integración regional más sólida basada en el diálogo y la cooperación.
“Brasil no creció con subsidios: creció con tecnología, innovación y ciencia”, subrayó con énfasis el representante del IICA, al analizar la transformación del país vecino, que pasó de ser un fuerte importador de alimentos a consolidarse como uno de los principales exportadores agrícolas del mundo. Esta evolución, aclaró, no fue producto del azar ni de políticas improvisadas, sino el resultado de una estrategia de Estado sostenida a lo largo de más de cinco décadas.
Camargo destacó que, a mediados del siglo XX, Brasil se enfrentaba a un desafío estructural: no tenía condiciones agroecológicas ideales, ni sistemas de producción adaptados al trópico. Frente a ese escenario, creó una institucionalidad pública orientada al desarrollo del conocimiento, que se materializó en una estrategia nacional liderada por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y por un sistema universitario comprometido con la innovación.
“El conocimiento no fue una externalidad: fue el eje del modelo de desarrollo agropecuario brasileño”, enfatizó. El resultado fue una profunda transformación productiva, sustentada en la ciencia aplicada, la formación de profesionales altamente capacitados y un Estado que pensó a largo plazo.
En este punto, el representante del IICA llamó a repensar las políticas públicas en América Latina desde una mirada estructural, con base en el conocimiento. “Nosotros en la región necesitamos construir estrategias de Estado que vayan más allá del corto plazo y de las coyunturas políticas. El mundo se está reconfigurando, y los países que puedan ofrecer alimentos, energía y minerales con reglas claras y conocimiento van a ser actores centrales”, dijo.
Camargo insistió en la necesidad de superar las barreras nacionales para pensar América Latina como una región agroalimentaria con potencial global. En este sentido, propuso una “mayor cooperación sur-sur” y la construcción de espacios comunes de políticas, capacidades científicas y diálogo institucional.
“El IICA es un organismo interamericano que tiene presencia en 34 países. Nuestro rol es promover esa articulación, compartir experiencias y construir capacidades. No hay que inventar la pólvora: hay que mirar lo que funcionó en la región”, sostuvo.
Además, subrayó que muchos de los problemas que enfrenta el agro latinoamericano —como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, o la presión por mayor productividad— son compartidos. Por eso, afirmó, “la solución no puede ser individual. Necesitamos políticas regionales, ciencia regional y consensos regionales”.
Otro de los temas centrales abordados fue la necesidad de encarar una transición simultánea: por un lado, hacia sistemas productivos más sostenibles en términos ambientales; y por otro, hacia una agricultura cada vez más tecnificada, digital y conectada al conocimiento global.
“La transición energética, la economía circular, la descarbonización de la producción y la biodiversidad no son temas del futuro: son del presente. Y la agricultura está en el centro de todas estas discusiones”, expresó Camargo.
Frente a esta realidad, llamó a “dejar de lado las dicotomías falsas” entre productividad y sostenibilidad. “Podemos y debemos producir más y mejor, pero con inteligencia, con ciencia, con métricas, con trazabilidad. Hoy el consumidor internacional quiere saber cómo se produce lo que consume. No alcanza con producir: hay que producir bien”, argumentó.
Camargo también hizo referencia a las oportunidades que abre la agricultura digital, la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías aplicadas al agro. “Los países que sepan combinar su base territorial con conocimiento intensivo van a marcar la diferencia. No alcanza con tener tierra: hay que tener conocimiento”, remarcó.
A lo largo de su intervención, Fernando Camargo destacó el papel del IICA con el liderazgo de Manuel Otero como “facilitador de procesos de diálogo regional” y como articulador de políticas públicas orientadas a la innovación, la sostenibilidad y el desarrollo rural inclusivo.
“El IICA no es un organismo técnico encerrado en su sede. Estamos en el territorio, trabajando con los gobiernos, con las universidades, con el sector privado. Escuchamos, compartimos y promovemos políticas que sirvan a los países”, explicó.
En este sentido, celebró que tanto Argentina como otros países de América Latina “han recuperado la noción de que el desarrollo agropecuario necesita ciencia, planificación e institucionalidad”. Y advirtió: “No podemos cometer el error de desinvertir en conocimiento. Ese es el capital más importante que tiene cualquier país”.