Por Agroempresario.com
En un movimiento que redefine el futuro energético de Río Negro, el gobernador Alberto Weretilneck rubricó un acuerdo estratégico con el consorcio VMOS S.A., integrado por gigantes del sector hidrocarburífero como YPF, Pan American Energy, Vista, Pampa Energía, PyG, Pluspetrol, Chevron y Shell. El entendimiento, que da impulso al proyecto Vaca Muerta Sur, contempla inversiones multimillonarias, desarrollo territorial, compromisos ambientales y beneficios sostenibles para la comunidad.
El corazón del proyecto es la construcción de un oleoducto de 470 kilómetros que unirá Allen con Punta Colorada, atravesando 13 ejidos municipales. Esta obra no solo conectará el Alto Valle con la costa atlántica, sino que también consolidará un corredor estratégico para el transporte de petróleo desde Vaca Muerta hasta el mar.
En Sierra Grande, más precisamente en Punta Colorada, se instalarán terminales onshore y offshore destinadas a la exportación de crudo. Esto no solo fortalece la infraestructura portuaria provincial, sino que posiciona a Río Negro como un nodo clave en el comercio energético internacional.
El acuerdo prevé una inversión privada superior a los U$S 2.500 millones, considerada la más importante en la historia de la provincia. En paralelo, Río Negro recibirá U$S 60 millones en un plazo de 60 días desde la firma del acuerdo, destinados a obras de infraestructura, programas de desarrollo y fortalecimiento institucional.
A partir de 2026, las empresas involucradas contribuirán con un aporte anual de U$S 40 millones durante 13 años para programas sociales, educativos y culturales. Además, se establece un canon portuario de U$S 14 millones anuales, asegurando ingresos permanentes para la provincia.
El acuerdo contempla una estructura tributaria específica para sostener tareas de fiscalización ambiental y seguridad operativa. El Golfo San Matías será objeto de monitoreo constante, con la participación de INVAP, universidades y organismos técnicos, garantizando estándares internacionales de conservación ambiental.
Se pactó un régimen de estabilidad fiscal por 30 años, que otorga previsibilidad a las inversiones sin comprometer la autonomía provincial en materia ambiental, laboral y económica. Por su parte, el Gobierno Provincial se compromete a la cesión de tierras necesarias y a la transferencia de permisos ambientales ya otorgados, agilizando así los tiempos del proyecto.
Este acuerdo marca un antes y un después para Río Negro, con impactos concretos en la economía, el ambiente y la calidad de vida de los rionegrinos.