Oriundo de Carmen de Areco, Victor Juri, presidente de la compañía que lleva su mismo nombre, comenzó a forjar su sueño de construir su propia pyme orientada al sector agropecuario en el año 1980. Sin embargo, al estar tan lejos de los grandes centros agrícolas, como lo son las provincias de Santa Fe y Córdoba, la tarea no fue fácil, ya que les costaba mucho obtener la materia prima.
“Empezamos haciendo reparaciones y conviviendo con el productor agropecuario”, expresó Juri en el congreso “Argentina, Supermercado del Mundo, realizado en el Hotel Sheraton. Con el tiempo fueron creciendo y comenzaron a hacer productos propios y a intervenir en la fertilización del suelo. Entre 1980 y 1990, lograron crear algunos equipos y consiguieron que algunas personas vinieran de pueblos contiguos o de otras provincias a comprarlos. Juri contó que, en ese momento, sintieron la obligación de empezar a ir a las exposiciones a mostrar sus productos y a dar la cara con el cliente.
“Creamos la primera sembradora Air Drill en la Argentina en 1996”, afirmó. Según Juri, ahí comenzó “la historia grande de su pequeña empresa”, la cual no produce agropartes, sino que es una pyme terminal muy compleja. Con total honestidad, dijo que Industrias Victor Juri no será una gran compañía en tamaño, pero que considera que lo importante es tener grandeza, y que la misma se encuentra “en la creación, la innovación, la responsabilidad, en todo lo que tenga que ver con el cumplimiento del cliente”.
Asimismo, Juri señaló que cuando la pyme comenzó a dar resultados, vio la necesidad y la responsabilidad de tecnificar la empresa. En ese momento, eran entre diez y quince personas que trabajaban en un lugar que era incómodo para ellos y para los vecinos. Luego, al trasladarse a un lugar industrial, pudieron empezar a fabricar máquinas que van desde los 2,5 hasta los 11,5 metros, e incorporaron personal especializado. Esa maquinaria comenzó a venderse en el año 2003.
Continuando con lo que fue el proceso de tecnificación, explicó que tuvieron que adquirir las normas Iram 8076, que es la norma de seguridad del operador, e ISO. “No me explico cómo la norma Iram todavía no está colocada en todas las empresas en Argentina”, declaró. En ese entonces, las únicas dos empresas de maquinarias que contaban con esas normas eran Mainero y Cestari.
Asimismo, Juri se refirió a la proyección a través de internet. “Tuvimos la suerte de que por internet pudieron comprarnos una pequeña máquina y logramos llegar a España”, indicó. Luego, apareció la oportunidad de exportar a Francia. El ejecutivo explicó que tenían que “hacer una máquina que sirviera para esas tierras”, ya que no podían mandarlas desarmadas porque “la mano de obra europea es muy cara”.
De esta manera, tuvieron que adaptar las máquinas para que cupieran tres en un contenedor de 40 pies. “Llegamos a colocar máquinas con un 95% de armado y envueltas en papel film”, afirmó Juri, a la vez que sostuvo que las máquinas un poco más grandes, de entre 4,5 y 6 metros se envían con un 15% de desarme. Así, consiguieron colocar 50 máquinas en Francia.
Además, el presidente de la compañía contó que las dificultades para el traslado de los materiales lo llevaron a formar otra empresa paralela para que pudiera abastecerlos de chapa plegada y corte de pantógrafo.
En Industrias Victor Juri le dan muchísima importancia al servicio post-venta, ya que no sólo fabrica y exporta maquinaria, sino que se encarga de visitar a los clientes de diversos países para capacitarlos y para que les cuenten sus vivencias con los equipos. “Exportamos 1.000 horas hombre y 1.500 productos elaborados y semielaborados”, señaló Juri.
Recientemente, la compañía firmó un convenio con el Ministerio de Agroindustria y el Ministerio de Educación para trabajar con los colegios rurales, al cual se adhirieron 45 empresas. “Fue una formalidad porque ya lo venimos haciendo hace mucho tiempo. Las escuelas van a nuestra empresa a hacer pasantías y a aprender”, aseveró.
Por último, Juri señaló que “el Estado debe tener más en cuenta a las pymes”, no porque necesiten dinero, sino que precisan que el cliente pueda comprar sus productos, para lo cual la economía debe ser más ágil y dinámica. “Las pymes producimos el 70% de la mano de obra”, concluyó.