Por Agroempresario.com
En un país donde la gastronomía se entrelaza con la identidad regional, las empanadas argentinas ocupan un lugar de honor. Cada provincia tiene su receta, su forma de plegado, sus secretos en el relleno y su manera de cocción. Desde el noroeste con su toque picante hasta la Patagonia con sabores gourmet, la empanada es mucho más que una comida: es una expresión cultural. Por eso, cuando una inteligencia artificial (IA) se anima a armar un ranking con las mejores empanadas del país, el resultado despierta curiosidad, debates y, sobre todo, hambre.
En este caso, la IA seleccionó las tres empanadas que considera las más destacadas de Argentina, según su identidad culinaria, sabor e historia. Aunque, como bien aclara la propia máquina, nunca ha probado una por sí misma, su análisis combina múltiples fuentes gastronómicas, históricas y culturales. Aquí, el top 3 de empanadas argentinas según la IA.
Para la IA, no hay dudas: la mejor empanada de Argentina es la salteña. "Es una bomba de sabor", asegura el algoritmo, destacando su jugosidad, intensidad de condimentos, la papa integrada a la carne y ese picante justo que despierta el paladar sin arruinarlo.
Esta empanada, originaria de la provincia de Salta, se destaca por su técnica de cocción y relleno: la carne se pica a cuchillo, se condimenta generosamente y se mezcla con papa, cebolla y especias típicas como comino y ají molido. Muchas veces se completa con huevo duro y aceitunas, y se cocina al horno o frita, según la tradición familiar.
"Comerla es un acto de atención: hay que inclinarla bien y disfrutarla sin apuro. Es como un plato de comida metido en una media luna de masa", sentencia la IA, reconociendo su complejidad y riqueza gastronómica.
En segundo lugar, la IA eligió a la empanada mendocina, por ser "una empanada noble, equilibrada y siempre sabrosa". Originaria de la provincia de Mendoza, esta versión tiene la particularidad de presentar una carne bien condimentada, cebolla abundante, aceituna justa y huevo duro, todo envuelto en una masa horneada, preferentemente en horno de barro.
La IA la describe como la empanada "para compartir en familia", ideal para acompañar con un vaso de vino Malbec, que también es símbolo de la región cuyana. A diferencia de la salteña, esta versión no tiene papa ni picante, pero conquista con su sabor clásico, su aroma a hogar y su textura bien lograda.
Su éxito radica en que no busca sorprender, sino cumplir con las expectativas de una buena empanada casera, convirtiéndose en un infaltable de las reuniones familiares, las vendimias y los domingos de asado.
La empanada patagónica ocupa el tercer lugar del podio. “Sorprende”, afirma la IA, refiriéndose a su sabor y concepto. Elaborada con cordero patagónico, hongos y en algunos casos hasta frutos rojos o ahumados, esta versión mezcla la rusticidad del sur con una vuelta gourmet que no pierde la esencia de lo tradicional.
Se puede encontrar principalmente en las provincias de Chubut, Río Negro y Santa Cruz, y suele estar presente en ferias gastronómicas y restaurantes de autor, donde chefs reinterpretan la empanada con ingredientes de la zona.
Para la IA, “el sur juega en otra liga”. La textura tierna del cordero, los hongos de pino y los toques ahumados hacen de esta empanada una experiencia nueva, que conecta con la geografía fría, salvaje y única de la Patagonia argentina.
Si hay una empanada que despierta pasiones, es la salteña, y por eso compartimos una receta paso a paso para prepararla en casa.
Ingredientes para la masa:
500 gramos de harina tipo 000
100 gramos de grasa vacuna o manteca
1 cucharadita de sal fina
250 mililitros de agua tibia
Ingredientes para el relleno:
500 gramos de carne vacuna (nalga o paleta), picada a cuchillo
2 cebollas grandes, finamente picadas
1 papa grande, cocida y cortada en pequeños cubos
1 cucharada de pimentón dulce
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de ají molido
Grasa o aceite para saltear
Sal y pimienta a gusto
(Opcional) Huevo duro y aceitunas verdes picadas
Preparación:
La masa: En un bol amplio, mezclar la harina y la sal. Agregar la grasa derretida (templada) y mezclar hasta que tenga una textura arenosa. Incorporar el agua tibia de a poco, amasando hasta obtener una masa elástica. Cubrir con un paño y dejar descansar 30 minutos.
El relleno: Rehogar las cebollas en grasa o aceite hasta que estén transparentes. Agregar la carne y cocinar hasta que se dore, sin que se seque. Sumar las especias, sal y pimienta. Retirar del fuego y dejar enfriar. Una vez frío, incorporar la papa cocida y, si se desea, el huevo duro y las aceitunas.
El armado: Estirar la masa en discos, colocar una porción de relleno y cerrar con repulgue. Colocar en una bandeja enharinada.
La cocción: Hornear a 200°C por 15 a 20 minutos, hasta dorar.
Más allá del ranking de la IA, las empanadas argentinas son un símbolo de identidad regional y unidad nacional. Cada provincia defiende la suya con argumentos históricos, familiares y hasta sentimentales. Y esa diversidad es lo que enriquece la cultura gastronómica del país.
Lo que queda claro es que la empanada trasciende el plato: está en las reuniones, en los festejos, en los domingos con amigos. La elección de la IA es solo un punto de partida para seguir explorando y debatiendo, porque en Argentina, hablar de empanadas es hablar de quiénes somos.