Por Agroempresario.com
El universo tecnológico global acaba de presenciar una de las alianzas más ambiciosas de los últimos tiempos. OpenAI, la compañía que lidera la revolución de la inteligencia artificial, acaba de cerrar la compra de io, la startup de hardware fundada por Jony Ive, el histórico diseñador británico que redefinió el diseño industrial desde Apple. La operación, valuada en US$6.400 millones, convierte a Ive en uno de los diseñadores más ricos del mundo y lo posiciona como un actor clave en la creación de una nueva generación de dispositivos potenciados por inteligencia artificial.
Esta adquisición no solo representa un paso estratégico para OpenAI, sino que también marca el regreso del diseño de autor al centro de la escena tecnológica. Ive, conocido por haber creado íconos como el iPhone, el iPod y el Apple Watch, deja atrás su etapa como consultor para convertirse en parte integral de una compañía que busca repensar la relación entre humanos y máquinas. La startup, con base en el barrio Jackson Square de San Francisco, fue fundada en 2024 como un laboratorio de exploración para nuevos productos tecnológicos.
Con esta compra, OpenAI no solo incorpora la propiedad intelectual y el equipo de io, sino también el talento de ex Apple como Evans Hankey, Tang Tan y Scott Cannon, que seguirán colaborando desde San Francisco. A su vez, la firma de diseño LoveFrom, creada por Ive en 2019 tras dejar Apple, continuará funcionando como una entidad independiente. Sin embargo, su influencia se sentirá claramente en los próximos desarrollos de la compañía que comanda Sam Altman.
Jony Ive fue el responsable de transformar el diseño industrial de Apple en una de sus principales fortalezas competitivas. Bajo su liderazgo, la estética minimalista y funcional se convirtió en sinónimo de innovación. En 2019, luego de 27 años en la empresa, Ive decidió dejar su puesto para fundar LoveFrom, una firma que rápidamente atrajo a gigantes como Airbnb y Ferrari, con quienes colaboró en el diseño de servicios digitales y del primer vehículo eléctrico de la marca italiana.
Durante esa etapa, Apple continuó siendo cliente de LoveFrom, aunque ese vínculo se disolvió en 2022. Desde entonces, Ive se centró en explorar nuevas fronteras creativas, incluyendo colaboraciones con el Steve Jobs Archive y el desarrollo de experiencias centradas en la estética, el lujo y la funcionalidad. En 2023, Altman convocó al diseñador para dar forma a un nuevo concepto: un dispositivo accesible y elegante que integrara inteligencia artificial como interfaz principal, más allá del smartphone tradicional.
La compra de io es el movimiento más audaz hasta ahora de OpenAI en el terreno del hardware. Si bien la compañía ya había dado señales con la adquisición de la herramienta de codificación Windsurf, esta operación eleva su apuesta al incorporar diseño, visión y ejecución a nivel industrial. Aún no se sabe con certeza qué tipo de dispositivo está en desarrollo, pero el objetivo es claro: crear una interfaz que reemplace o complemente al teléfono inteligente, enfocada en interacción con inteligencia artificial.
La elección de Jony Ive no es casual. Su filosofía del diseño como experiencia total encaja perfectamente con la visión de OpenAI. En una charla en la Universidad de Cambridge, Ive dijo: “El lunes no hay nada, pero el miércoles sí. La creación parte del vacío”. Esa capacidad de imaginar desde cero es lo que la empresa de Altman busca para su próxima gran invención.
La compra también impulsa el crecimiento de Jackson Square, en San Francisco, donde yo tenía su sede. Ive adquirió propiedades en la zona y montó allí su estudio, ahora transformado en un hub de diseño e innovación con proyección global. Se espera que este nuevo centro creativo atraiga talento y capital para consolidarse como uno de los espacios más dinámicos de la industria tecnológica en Estados Unidos.
En definitiva, esta operación no sólo transforma a Jony Ive en multimillonario. Lo posiciona como el líder creativo de una de las empresas más influyentes del planeta. Para OpenAI, representa la oportunidad de integrar tecnología y diseño en un producto capaz de revolucionar la forma en que interactuamos con la inteligencia artificial. Y para la industria, es una señal clara de que el futuro de la tecnología también se diseña con belleza, detalle y una visión humana.