Por Agroempresario.com
En un cruce innovador entre tecnología israelí y potencia agropecuaria argentina, el emprendedor Eduardo Zlotnik fundó Nandi, una startup que promete transformar la trazabilidad del ganado bovino. Con sensores bluetooth y algoritmos de inteligencia artificial, su tecnología permite rastrear vacas en tiempo real, mejorando la eficiencia productiva y garantizando la transparencia sanitaria de la carne argentina, una de las más valoradas del mundo.
Radicado en Israel desde hace más de 25 años, el argentino Eduardo Zlotnik, contador público egresado de la UBA, volcó su experiencia como inversor en startups tecnológicas al universo agropecuario. En 2021 fundó Nandi, una compañía que integra dispositivos bluetooth con inteligencia artificial para digitalizar la producción ganadera.
"La idea surgió tras varios encuentros con gerentes generales de empresas agropecuarias argentinas, donde buscamos un problema escalable para resolver con tecnología israelí", explica Zlotnik. La solución llegó en forma de collares con sensores que, conectados a una antena con cobertura de hasta 3000 hectáreas, permiten monitorear de manera precisa la salud y el historial de cada animal.
La plataforma desarrollada por Nandi posibilita conocer, a partir de un código, la trazabilidad completa de un corte de carne: el campo donde se crió el animal, su alimentación, vacunación y hasta quién lo atendió. Esto no solo favorece el cumplimiento de normativas sanitarias, sino que también ofrece valor agregado en mercados exigentes como el europeo o el asiático.
"Desde una góndola en Londres se puede saber todo sobre la vaca que produjo ese corte", detalla Zlotnik. El sistema, en plena fase comercial, está diseñado para productores con más de 2000 cabezas, lo que supone un manejo profesionalizado del rodeo.
Nandi atrajo rápidamente la atención del ecosistema inversor. En su primera ronda levantó US$ 307.000; la segunda alcanzó los US$ 700.000 y, recientemente, un fondo de inversión de Luxemburgo aportó US$ 1,5 millones. La empresa ya completó el proceso de due diligence y firmó el contrato de Share Purchase Agreement (SPA), consolidando así su solvencia ante el mercado.
Los recursos obtenidos se destinaron a producir prototipos, mejorar la escalabilidad del sistema y aumentar la capacidad de cobertura. Actualmente, Nandi opera en cuatro campos de la provincia de Buenos Aires, con planes de sumar al menos tres más antes de mitad de año.
Grandes jugadores del agro argentino no solo adoptaron la tecnología, sino que también invirtieron en la empresa. Entre ellos se destacan Grocopatel Hermanos (Carlos Casares), Lartirigoyen (Nueve de Julio), La Suerte Agro (Lincoln), además del reconocido veterinario Carlos “Chuñi” Acuña y el ingeniero Sebastián Gavalda.
Esta red de apoyo fue clave para que Nandi pueda consolidar su presencia en el país, validando la tecnología en terreno y obteniendo feedback directo de los usuarios. “Este viaje a la Argentina fue muy productivo. El nuevo contexto económico facilita importar insumos, mover divisas y escalar el negocio”, afirma Zlotnik.
“El modelo de negocio de Nandi se basa en la sinergia entre Israel, potencia tecnológica, y Argentina, potencia alimentaria”, resume su fundador. A través de algoritmos de Machine Learning, el sistema no solo permite rastrear animales, sino también anticiparse a problemas sanitarios, mejorar la tasa de natalidad y reducir costos operativos.
La empresa planea alcanzar 40 campos conectados en 2025 y expandirse a 120 durante 2026. “En la provincia de Buenos Aires hay 2700 productores con más de 2000 animales. Solo con ellos, el negocio representa un mercado potencial de 100 millones de dólares al año”, proyecta Zlotnik.
La implementación del sistema tiene un costo inicial de US$ 4000 por instalación (antena, sensores, software) y un fee anual de US$ 25 por animal. Para productores con rodeos importantes, se trata de una inversión mínima frente al beneficio de contar con trazabilidad total, mejor sanidad animal y posibilidad de acceder a mercados premium.
En contraste, Zlotnik explica que el sistema no está pensado para pequeños productores: “Si uno tiene 100 vacas, puede verlas a diario en la recorrida. Pero con 2000, se vuelve imprescindible contar con tecnología que brinde datos en tiempo real”.
Si bien la empresa analiza una posible instalación piloto en Uruguay, la prioridad de Zlotnik es consolidarse en Argentina. “Expandirse prematuramente puede ser muy riesgoso para una startup”, advierte. “Queremos afianzarnos acá, donde hay un mercado enorme y un ecosistema agropecuario sofisticado”.
Nandi se perfila como un jugador clave en la transformación digital del campo argentino. Su enfoque combina innovación, escalabilidad y un profundo entendimiento de las necesidades del productor. En tiempos donde la trazabilidad se convierte en un requisito indispensable para exportar, esta solución puede ser la llave para posicionar a la carne argentina aún más alto en el mundo.