Por Agroempresario.com
Durante una exposición en el Ciclo de Economía & Finanzas 2025, organizado por el IAE Business School, el economista Federico Furiase —actual director del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y asesor clave del ministro Luis Caputo— analizó el presente económico del país. En su presentación, detalló los fundamentos del esquema económico vigente y el plan del Gobierno para estabilizar la macroeconomía, recuperar reservas y reducir la inflación.
Furiase comenzó su exposición con una caracterización precisa del estado de situación heredado en diciembre de 2023. “La herencia macroeconómica era de las más complejas de la historia argentina”, advirtió, al enumerar las reservas netas negativas por USD 12.000 millones, una brecha cambiaria del 200%, inflación de dos dígitos mensuales, pasivos remunerados que alimentaban la emisión monetaria y una cadena de pagos rota en el comercio exterior.
Ante este escenario, el actual gobierno decidió implementar un programa coordinado que integró política fiscal, monetaria, cambiaria y financiera. “No alcanzaba con una política monetaria disciplinada. Había que alinear todas las herramientas”, remarcó Furiase. En ese sentido, explicó que el verdadero ancla del plan fue la política fiscal, con un ajuste equivalente a cinco puntos del PBI en un mes y una reducción del déficit cuasifiscal en diez puntos.
Entre los conceptos centrales expuestos, destacó que “en seis meses se terminó con la emisión monetaria”. En julio se oficializó que la base monetaria amplia —que incluye la base tradicional, los pasivos remunerados del BCRA y los depósitos del Tesoro— quedaría fija en 47 billones de pesos, lo que fue fundamental para frenar la inflación.
“Hoy no hay fundamentos para que el dólar se dispare. Estamos más cerca del piso de la banda que del techo”, sentenció. Esta definición remite al nuevo régimen de flotación administrada con bandas entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar, con un centro en 1.200. “El Banco Central no intervendrá dentro de la banda. Queremos que se anclen las expectativas”, explicó.
Respecto de los precios, ofreció un diagnóstico que generó expectativa positiva en los asistentes: “Ya hay precios que están bajando. Comerciantes nos dicen que recibieron listas con bajas nominales. Eso no ocurría nunca en Argentina y está buenísimo que empiece a pasar”, destacó. Y fue más allá: “Ya no hay razones macroeconómicas para que la inflación suba”.
En relación a la remonetización de la economía, Furiase indicó que hay margen para avanzar tanto en pesos como en dólares. Actualmente, la base monetaria representa el 4,5% del PBI, cuando niveles considerados normales rondan el 9%. Y si bien el crédito al sector privado pasó del 4% al 8% del producto, “en países vecinos este ratio se ubica en 100%”, dijo.
En pesos, explicó que hay dos canales para remonetizar: uno es la intervención del BCRA cuando el dólar toca el piso de la banda y la autoridad monetaria compra divisas; el otro es la utilización del superávit fiscal por parte del Tesoro, que devuelve pesos a los bancos, quienes a su vez los vuelcan a financiar al sector privado. “Ahora los bancos volvieron a hacer de bancos. Le prestan a familias y empresas, no al Estado”, enfatizó.
Sobre los dólares fuera del sistema, estimó que hay entre 200.000 y 400.000 millones en el exterior o fuera del circuito bancario. “Si esos dólares entran, sostienen el crecimiento, aumentan la recaudación, dan estabilidad cambiaria y ayudan a seguir bajando la inflación”, argumentó.
Frente a la inquietud por la acumulación de reservas, Furiase aclaró que el enfoque actual es distinto al de años anteriores: “Vamos a un esquema de flotación, que es inconsistente con la acumulación forzada de reservas. La prioridad es anclar expectativas y mostrar estabilidad cambiaria”, explicó. Agregó que el BCRA tiene los dólares suficientes para defender el tipo de cambio dentro de los límites previstos.
En cuanto al vínculo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), reveló que se consensuó un esquema de recapitalización del BCRA por USD 20.000 millones, cifra que se logró antes de la revisión prevista para junio. “Los modelos del Fondo coincidían con los nuestros: para salir del cepo hacían falta esos 20.000 millones”, aseguró.
Otra herramienta que destacó fue la colocación de un bono en pesos a cinco años, a tasa fija, suscribible en dólares por no residentes. “Ese instrumento no incrementa la deuda y se usará para cubrir vencimientos de julio y enero de 2026, extendiendo el perfil y mostrando sostenibilidad fiscal”, puntualizó.
En ese contexto, subrayó que el riesgo país bajó de 3.000 a 650 puntos básicos, y que el ratio deuda/PBI cayó del 100% al 40%. “Eso permite avanzar en el financiamiento de mercado y muestra que el ajuste fiscal no solo es posible, sino que puede ser expansivo”, explicó. A modo de cierre, elogió el compromiso político de Javier Milei con el programa: “Esta es la primera vez que un presidente es el principal defensor del superávit fiscal y de la no emisión monetaria, incluso en un año electoral”.
Con su intervención, Furiase dejó un mensaje claro: la estabilización de la economía argentina avanza con una hoja de ruta precisa, centrada en la disciplina fiscal, la independencia del Banco Central y un régimen cambiario previsible. “La idea es generar confianza. Si no hay emisión, si hay superávit y si el Central está fuerte, entonces el dólar puede bajar… y los precios también”, concluyó.