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Por Agroempresario.com
La revolución minera en Argentina no solo impulsa un aumento significativo en las exportaciones de minerales, sino que también genera un fuerte impacto multiplicador en las actividades vinculadas, como el suministro de combustibles y logística especializada. En este contexto, YPF emerge como protagonista clave, abasteciendo el 90% del consumo de combustible de los proyectos mineros en el país y proyectando un crecimiento de más del 100% anual en los próximos años.
En una entrevista exclusiva con Forbes, Germán Stocker, gerente de Minería de YPF, detalla los desafíos y soluciones que enfrenta la petrolera para atender esta demanda única, así como las innovaciones en productos y servicios que ofrece para consolidar su liderazgo en el sector minero.
YPF abastece a nueve de cada diez litros de gasoil que consume la minería en Argentina. “Es un orgullo enorme tener más del 90% de participación en este mercado”, afirma Germán Stocker, quien destaca la importancia de un producto diferencial para la industria: el gasoil minero.
Este combustible, desarrollado exclusivamente para las condiciones extremas de las minas argentinas, soporta temperaturas de hasta -35 grados Celsius. Es similar al gasoil antártico usado en la Base Marambio y en el rompehielos Almirante Irízar, un claro ejemplo de la alta exigencia climática que debe superar.
“El gasoil minero no solo garantiza el funcionamiento de equipos pesados y generadores eléctricos, sino que permite calefaccionar campamentos y lugares remotos, evitando problemas como congelamientos, algo vital en regiones cordilleranas”, explica Stocker.
Además del gasoil, YPF ofrece un paquete completo de productos y servicios que incluye lubricantes especializados, operaciones “in house” con personal propio en plantas de combustible y un avanzado sistema de telemedición que facilita la autogestión del despacho.
“El sistema permite que el cliente utilice una llave PIN para despachar combustible de manera autónoma, con trazabilidad y reportes detallados diarios”, detalla Stocker. Esto es clave en minas donde muchas veces no hay personal operativo en las estaciones de servicio internas.
El gasoil minero se ofrece en varias categorías, incluyendo un grado tres con bajo contenido de azufre (hasta 10 ppm) y resistencia hasta -18 grados, que se usa tanto en flotas de camiones como en equipos generadores eléctricos.
YPF Minería trabaja estrechamente con YPF Luz para ampliar la oferta energética hacia fuentes renovables en el sector minero. “Estamos respondiendo a las demandas de nuestros clientes y a las tendencias del mercado, sumando energía renovable al portafolio de soluciones”, afirma Stocker.
Un ejemplo es Minera Exar, que obtiene un gran porcentaje de su energía eléctrica directamente de YPF Luz, mientras que el combustible tradicional para sus operaciones proviene de YPF.
La distribución de gasoil para minería es un desafío logístico único. YPF cuenta con una flota de más de 2.500 camiones que realizan “11 vueltas al mundo” en kilómetros diariamente, de los cuales un segmento especial está dedicado exclusivamente al abastecimiento minero.
“Llevamos combustible hasta 5.000 metros de altura, por caminos de alta montaña que solo choferes especializados pueden transitar”, explica Stocker. El aprovisionamiento parte desde Luján de Cuyo y otras terminales hasta bases exclusivas para combustible minero.
Entre las novedades está la próxima inauguración de YPF Directo San Antonio de los Cobres, una base de redespacho para cubrir todo el corredor del NOA, con foco en las empresas de litio y las minas de cobre que se desarrollan en Salta.
Actualmente, YPF registra un crecimiento anual de ventas de gasoil minero cercano al 5%, impulsado por la minería metalífera: oro, plata, cobre y litio. Aunque el precio internacional del litio ha generado una baja temporal en la demanda, la suba en la producción de cobre y oro compensa esta caída.
“Esperamos un crecimiento exponencial cuando arranquen las grandes minas de cobre, con aumentos de dos a tres cifras en ventas anuales”, anticipa Stocker.
La logística debe adaptarse a condiciones climáticas extremas. “Durante el invierno pasado, hubo caminos cerrados por nieve hasta 45 días, pero los clientes continuaron produciendo sin falta de combustible gracias a una planificación exhaustiva y rápida recuperación del stock cuando el clima mejoraba”, concluye Stocker.
Los proyectos mineros de gran escala demandan un volumen significativo de combustible. Según Stocker, una mina en plena producción en Chile requiere hasta 15 camiones diarios, mientras que en Argentina, clientes importantes consumen entre 10 y 12 camiones por día.
Este nivel de consumo refleja no solo el tamaño de las operaciones sino también la necesidad de una logística segura y eficiente para garantizar la continuidad productiva, pese a las dificultades del terreno y el clima.
