Por Agroempresario.com
A solo 120 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, San Antonio de Areco se ha consolidado como uno de los destinos más elegidos para quienes buscan una escapada de día o de fin de semana. Este pintoresco pueblo bonaerense no solo enamora por su belleza y tranquilidad, sino también por su rica tradición criolla, su variada gastronomía y una atracción única: el Laberinto Pampa, el único de su tipo en Argentina.
Fundado en 1730, San Antonio de Areco es uno de los pueblos más antiguos de la provincia de Buenos Aires y lleva con orgullo el título de Capital Nacional de la Tradición. El visitante puede recorrer sus calles adoquinadas, admirar sus casas coloniales y visitar sitios emblemáticos como el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes, que rinde homenaje a la vida rural y al gaucho argentino.
También destacan el Museo Las Lilas, con obras de arte nacional de autores como Molina Campos, y el Museo de Arte La Recova, que alberga exposiciones de artistas contemporáneos locales. Estos espacios culturales permiten sumergirse en la identidad profunda de la pampa y la historia viva del campo argentino.
Uno de los principales atractivos del destino es el Laberinto Pampa, ubicado en la Estancia La Cinacina. Esta obra fue diseñada por la artista May Borovinsky y está inspirada en la flor del pensamiento, un símbolo típico de la platería criolla. Se trata del primer laberinto de bambú del país y el tercero de su tipo en el mundo.
El recorrido es ideal para toda la familia y propone una experiencia sensorial inmersiva, rodeada de vegetación autóctona y arte. Además, el entorno natural de la estancia permite pasar el día al aire libre, con vistas a los campos y a la arquitectura tradicional.
La gastronomía en San Antonio de Areco es uno de sus grandes atractivos. Las parrillas y pulperías ofrecen cortes de carne asados a la leña, chorizos caseros, empanadas criollas, tamales, humitas y delicias dulces como pastelitos y alfajores de maicena. Los visitantes pueden disfrutar de un almuerzo al estilo campo, rodeados de un entorno rústico y cálido.
Entre los recomendados se encuentran El Tokio, una pulpería clásica del siglo XIX; Boliche de Bessonart, con música en vivo y gastronomía de autor; y La Cinacina, que además del laberinto ofrece platos típicos en su restaurante de campo.
En auto, el viaje desde CABA es simple: se toma la Autopista Panamericana (Ruta Nacional 9) en dirección a Pilar y luego se conecta con la Ruta Nacional 8 hacia Pergamino. Después de unos 70 km, aparece el desvío hacia San Antonio de Areco.
En micro, se parte desde la Terminal de Ómnibus de Retiro. El viaje dura aproximadamente 2 horas y al llegar, es posible caminar hasta el centro histórico o tomar un taxi.
San Antonio de Areco es más que un destino turístico: es una oportunidad para reconectar con las raíces argentinas, respirar aire puro, disfrutar de la naturaleza pampeana y saborear la mejor cocina criolla. Ideal para pasar el día o un fin de semana, este pueblo bonaerense se posiciona como un tesoro cultural y natural a tan solo una hora de la ciudad.