Por Agroempresario.com
En el camino a Santa Catalina, a solo una hora al norte de la ciudad de Córdoba, entre las postales de las Sierras Chicas, se esconde un refugio de lujo que fusiona el confort europeo con la tradición criolla: Estancia El Colibrí. Fundada en 2005 por la familia Fenestraz e integrante de la exclusiva cadena Relais & Châteaux, este establecimiento cinco estrellas celebra en 2025 sus 20 años como ícono del turismo rural de alta gama en Argentina.
Inspirada en las grandes casonas rurales del siglo XX, El Colibrí fue diseñado para ofrecer una experiencia sensorial y pausada, en contacto con la naturaleza, la buena mesa y la hospitalidad detallista. Con solo nueve habitaciones decoradas con flores pintadas a mano, muebles antiguos y textiles nobles, cada ambiente invita al descanso y la contemplación.
Pero más allá del encanto estético, lo que distingue a esta estancia boutique es su propuesta integral. Todo está incluido: desde el alojamiento hasta los sabores gourmet y las actividades pensadas para reconectar con la tierra y la cultura local.
Cabalgatas entre quebrachos, trekking serrano, paseos en bicicleta de montaña, avistaje de aves, visita a la huerta orgánica y contacto con animales de granja son solo algunas de las propuestas que ofrece El Colibrí a quienes buscan una experiencia auténtica en el campo argentino, sin resignar el confort. Además, hay spa, jacuzzi, gimnasio y una piscina que se funde visualmente con el paisaje.
Cada jornada se estructura con actividades a medida, guiadas por personal capacitado y con profundo conocimiento del entorno. Los guías locales, muchos con formación gauchesca, acompañan a los visitantes en cada recorrido, transmitiendo saberes ancestrales y valores ligados al respeto por la tierra.
La cocina, a cargo del chef Leonardo Bramajo, es una de las joyas de El Colibrí. En su restaurante “La Table du Colibrí”, los ingredientes orgánicos cosechados en la huerta propia son protagonistas. Quesos artesanales, embutidos caseros, huevos de campo, panes horneados en el día, dulces, licores y hasta helados elaborados en el lugar integran una propuesta que combina técnica refinada con raíces criollas.
“Buscamos que cada plato cuente una historia: del campo, del clima, de lo que ocurre ese día en la huerta”, explica Bramajo, quien lidera un equipo de cocineros comprometidos con la trazabilidad y la estacionalidad de los productos.
Los almuerzos, muchas veces servidos al aire libre, en la galería o junto al río, invitan a disfrutar sin apuros. Las cenas, por su parte, son verdaderas experiencias sensoriales: tamales norteños reinterpretados, corderos al horno de barro, guisos criollos a fuego lento o pescados del día cocinados en su punto justo, maridados con vinos de una cava cuidadosamente seleccionada, donde también se organizan catas privadas.
La combinación de privacidad, lujo sin estridencias y contacto íntimo con la naturaleza convirtió a Estancia El Colibrí en el destino favorito de figuras internacionales. En 2011, Shakira eligió alojarse allí antes de su show en Córdoba, mientras el resto de su comitiva se hospedaba en un hotel céntrico. En 2015, el entonces presidente electo Mauricio Macri se refugió en la estancia para descansar tras el balotaje. También pasaron por sus habitaciones los actores Nick Nolte y Steve Martin, y hay quienes aseguran que Paul McCartney la visitó de incógnito, aunque la estancia —fiel a su política de discreción— nunca lo confirmó.
La celebración por las dos décadas de El Colibrí coincidió con el fin de semana patrio. El 24 de mayo, la estancia se vistió de celeste y blanco para homenajear sus raíces. Gauchos demostrando destrezas, músicos folklóricos, bailes tradicionales y sabores autóctonos marcaron una jornada inolvidable. Hubo mini pastelitos, chipá, tragos artesanales y un menú especial: asado convertido en finger food, un reto creativo que el chef Bramajo asumió junto a su equipo con gran éxito.
Además de ser un destino ideal para el descanso, El Colibrí es elegido para bodas y celebraciones privadas. Con arquitectura colonial, terrazas con vistas y miradores entre árboles, ofrece escenarios soñados para eventos íntimos, personalizados y sofisticados.
El servicio integral incluye alojamiento para invitados, gastronomía a medida y atención exclusiva, en un entorno natural que invita a detener el tiempo y vivir momentos memorables.
Estancia El Colibrí representa una nueva forma de entender el turismo rural: no como un regreso rústico, sino como una fusión entre tradición e innovación, entre lo autóctono y lo sofisticado. En sus 20 años de vida, ha logrado consolidarse como uno de los destinos más refinados y auténticos del país, atrayendo tanto a viajeros internacionales como a argentinos que buscan reconectar con su tierra desde una mirada renovada.
Con su hospitalidad cálida, su gastronomía con identidad, su compromiso con la producción sustentable y su entorno natural privilegiado, El Colibrí no solo enamora a celebridades: seduce a todo aquel que llega con ganas de descubrir la elegancia del campo argentino.