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Por Agroempresario.com
En un contexto internacional marcado por la incertidumbre comercial y las tensiones con Estados Unidos, Chile logró incrementar sus exportaciones en mayo un 6,3% interanual, según el Banco Central, alcanzando los USD 8.490 millones. Este crecimiento, impulsado por el cobre y las exportaciones frutícolas, se produjo a pesar de los aranceles del 10% aplicados por la administración de Donald Trump sobre diversos productos.
El informe oficial destaca que el cobre, principal producto de exportación del país, generó ingresos por USD 4.476 millones, con un incremento del 4,4% respecto del mismo mes del año anterior. Además, las exportaciones de frutas treparon un 9,3%, sumando USD 472 millones, impulsadas por una demanda sostenida en los mercados del hemisferio norte.
Aunque el cobre aún no está alcanzado por el arancel del 10%, fuentes del sector advierten que podría incluirse próximamente en esa medida. Esto se debe a la creciente dependencia estadounidense del cobre chileno y a la política proteccionista de Washington, que busca fortalecer su industria interna y reducir el déficit comercial.
La tensión crece porque Estados Unidos es el segundo socio comercial de Chile, solo por detrás de China y por encima de Japón, concentrando alrededor de USD 15.615 millones en exportaciones chilenas. La posible inclusión del cobre en la lista de productos gravados encendería alarmas en la economía chilena, fuertemente dependiente de este recurso.
En este marco, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, salió al cruce de las críticas internas sobre el desempeño económico del país. En declaraciones a Radio ADN, el funcionario valoró la mejora de las proyecciones del PIB chileno para 2025, ajustadas por la OCDE de 2,3% a 2,4%.
“No estamos de fiesta, pero hay avances concretos. El pesimismo que algunos propagan no ayuda”, declaró Marcel, en respuesta a los cuestionamientos del exministro Felipe Larraín, quien había calificado de “pobres” las proyecciones de crecimiento, asegurando que el gobierno de Gabriel Boric terminará con una expansión del 1,9% al 2% como máximo.
Marcel defendió la gestión señalando que, pese a la guerra comercial y a las restricciones globales, Chile ha sabido mantener el dinamismo exportador, gracias a la diversificación de productos y mercados. También remarcó los esfuerzos para agilizar la permisología, atraer nuevas inversiones y avanzar en sectores estratégicos como el hidrógeno verde y el litio.
Respecto del litio, mineral clave en la transición energética, el ministro aseguró que Chile duplicará su producción hacia 2030, revirtiendo las críticas que señalaban una pérdida de protagonismo frente a países como Australia o China.
“Hasta hace poco decían que nos estábamos quedando atrás. Pero cuando veamos los números, comprobaremos que vamos a duplicar la producción”, subrayó el funcionario.
El gobierno apuesta fuerte a las exportaciones no tradicionales como vía para consolidar el crecimiento. En ese sentido, sectores como el de la tecnología aplicada al agro, la agroindustria de valor agregado, y el desarrollo del hidrógeno verde figuran entre las prioridades para ampliar la base exportadora chilena.
