Por Agroempresario.com
Con una inversión de $300 millones y una visión clara de integración cooperativa, la Federación de Cooperativas Agropecuarias (Uncoga) inauguró en Humboldt, Santa Fe, el primer feedlot cooperativo del país. Esta innovadora iniciativa apunta a mejorar el aprovechamiento de los terneros Holando, subproducto del sistema lechero, para transformarlos en carne de calidad destinada al frigorífico propio de la federación, Sodecar, y así cerrar el ciclo productivo.
El nuevo feedlot es un ejemplo concreto de integración “hacia atrás”, donde la producción primaria se conecta de manera eficiente con la industria y la comercialización. Sebastián Viarengo, presidente de Uncoga, explicó que el proyecto nació hace un año y medio, a partir de una necesidad común entre las nueve cooperativas que integran la federación, distribuidas entre el centro-oeste de Santa Fe y el centro-este de Córdoba. “Muchos de nuestros asociados son tamberos, y esos terneros se estaban desaprovechando”, dijo Viarengo.
Los machos Holando, por no destinarse a reposición, históricamente se criaban en condiciones precarias, sin una alimentación adecuada ni control sanitario. Esto generaba un desaprovechamiento estructural. “Viendo esta necesidad, y siendo propietarios del frigorífico Sodecar en Rafaela, decidimos actuar”, señaló.
La estrategia fue integrar esos terneros dentro de un sistema de engorde planificado: un feedlot moderno, con control técnico y trazabilidad sanitaria. La primera etapa del establecimiento tiene capacidad para 1000 cabezas, pero ya se inició la gestión para ampliarlo a 3000 animales, con una proyección de entre 6000 y 8000 cabezas en el futuro. “Uno de los grandes beneficios del feedlot es que te permite homogenizar la calidad de la carne y programar las salidas a faena. Eso garantiza abastecimiento constante a nuestras carnicerías y el mercado”, explicó Viarengo.
Sodecar, el frigorífico de Uncoga, emplea actualmente a 450 personas y opera en dos grandes unidades: la elaboración de chacinados —donde se ubican entre los cuatro mayores frigoríficos del país— y carne vacuna, tanto para consumo interno como para exportación. Disponen de siete carnicerías propias en Rafaela y Sunchales, además de un punto de venta mayorista en Jujuy y distribución en otras regiones del país.
Poner en marcha el feedlot cooperativo no fue fácil, especialmente en un contexto económico nacional desafiante. “En ese momento no había préstamos, no había financiación, nada. Pero, a pesar de eso, con el apoyo de las cooperativas y de Coninagro conseguimos financiamiento. A los meses, la situación cambió y, con algo de capital propio y muchos préstamos, llegamos a la inauguración”, relató Viarengo.
El establecimiento ya genera entre 10 y 13 empleos directos, entre operarios, personal administrativo y técnicos, además de otros tantos indirectos como transportistas, proveedores de insumos y asesores. “El impacto regional es muy importante, porque dinamiza a toda la comunidad rural”, remarcó.
Además de Viarengo, en el acto inaugural participaron Alberto Candelero (presidente de Sodecar), Felipe Tavernier (consejero de Uncoga y de Coninagro), y Lucas Magnano (presidente de Coninagro). Todos coincidieron en que esta inversión no solo busca mejorar la rentabilidad, sino también fomentar el desarrollo territorial y consolidar una red cooperativa más sólida y autosuficiente.
Uno de los principales motores del proyecto fue la intención de poner en valor los terneros Holando, considerados durante décadas como un “subproducto sin destino”. Al ingresar al sistema cooperativo, estos animales ahora reciben una alimentación balanceada, cuidados sanitarios y se transforman en carne de calidad, lista para abastecer las bocas de expendio de la federación.
Viarengo destacó que la nueva modalidad también transformó la forma de gestión interna de Uncoga. “Es el primer proyecto que se trabajó de manera transversal, por áreas: legales, administración, finanzas, ingeniería, ambiente, comercio. Participaron unas 30 personas. A partir de ahora, todos los proyectos se van a trabajar así”, señaló.
El feedlot cooperativo de Uncoga no solo significa eficiencia productiva. Representa también una declaración de principios: apostar al cooperativismo, al agregado de valor en origen y al fortalecimiento de las economías regionales. “Este proyecto revaloriza la producción de nuestros asociados y demuestra lo que podemos lograr si cooperamos entre cooperativas”, finalizó Viarengo.
Este modelo, basado en integración, trabajo colectivo y visión estratégica, marca un hito para el cooperativismo argentino y podría replicarse en otras regiones productivas del país.