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Por Agroempresario.com
En una propuesta que busca reconfigurar el esquema institucional de la cadena yerbatera, la diputada nacional por Corrientes, Sofía Brambilla, presentó un proyecto de ley que plantea la disolución del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La iniciativa, presentada a principios de junio, apunta a suprimir la actual estructura del instituto y transferir sus recursos a la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (SAGyP).
La propuesta contempla la derogación de la Ley 25.564, que dio origen al INYM en 2002, y su correspondiente decreto reglamentario. Según Brambilla, el organismo ha operado durante más de dos décadas como una estructura “burocrática, ineficiente y costosa”, que, lejos de promover al sector, lo “ahogó con regulaciones innecesarias y duplicación de funciones”.
En su lugar, el proyecto plantea crear un fondo provisorio administrado por la SAGyP, orientado exclusivamente al fortalecimiento de los productores, industriales y exportadores de yerba mate. “Queremos devolver a los protagonistas del sector el control de sus recursos y herramientas reales para el crecimiento de una actividad que forma parte de nuestra identidad nacional”, afirmó la legisladora.
La iniciativa cuenta con el apoyo de cerca de veinte diputados nacionales de distintos bloques, entre ellos Damián Arabia, Gerardo Millman, Sergio Capozzi, Karina Bachey, José Núñez, Aníbal Tortoriello, Germana Figueroa Casas, Alejandro Bongiovanni, María Inés Quiroz, Martín Ardohain, Ana Clara Romero, Nancy Ballejos, Paula Omodeo, Beltrán Benedit, Silvia Lospennato, Laura Rodríguez Machado, María Sotolano y Alida Mónica Ferreyra.
Este amplio respaldo político refleja una preocupación compartida por la situación actual del sector yerbatero, que enfrenta desafíos en términos de competitividad, rentabilidad y falta de transparencia institucional. La diputada Brambilla enfatizó la necesidad de reformar de raíz el sistema vigente: “El INYM, en lugar de ser un facilitador, se transformó en un obstáculo”.
Tras su ingreso en la Cámara de Diputados, el proyecto fue girado a las comisiones correspondientes, y se espera que su tratamiento legislativo comience en las próximas semanas. De avanzar, marcaría un cambio estructural en la gobernanza de la yerba mate en Argentina, redireccionando recursos hacia herramientas que apuntalen el desarrollo real del sector.
La yerba mate, símbolo cultural y económico del país, representa una economía regional clave, especialmente para Misiones y Corrientes, provincias que concentran la mayor parte de la producción. La discusión parlamentaria promete ser intensa y podría sentar un precedente en la relación entre los entes públicos y las cadenas productivas.
Para productores, secaderos, cooperativas e industrias, el proyecto aparece como una posible oportunidad para recuperar autonomía y eficiencia. Y para el consumidor, podría significar un mercado más dinámico y transparente.
