Por Agroempresario.com
En el extremo norte de Santa Cruz, donde la estepa patagónica se funde con la imponente cordillera de los Andes, se encuentra Los Antiguos, un pueblo que se ha convertido en una joya emergente del turismo argentino. Con apenas 4.600 habitantes, esta localidad combina naturaleza, historia agrícola y una oferta gastronómica singular, destacándose como puerta de entrada a maravillas naturales que atraen cada vez más visitantes nacionales e internacionales.
Los Antiguos se ubica a orillas del lago Buenos Aires, conocido como General Carrera en Chile, y está a solo 14 kilómetros del pintoresco pueblito chileno Chile Chico. Esta cercanía binacional añade un valor diferencial a la región, donde la naturaleza se convierte en protagonista: montañas, ríos, lagos y formaciones geológicas crean un paisaje impresionante.
El pueblo conserva su identidad patagónica, reflejada en la hospitalidad de su gente, su arquitectura simple y en su tradición agrícola que, desde hace décadas, gira en torno a una fruta que es símbolo local: la cereza.
Desde la década de 1980, Los Antiguos se ha posicionado como la productora de las cerezas más australes del mundo. La inauguración del asfalto hace veinte años fue el gran impulso para transformar a este pueblo en un núcleo agrícola exportador. Hoy, las cerezas de Los Antiguos llegan a mercados internacionales como España, Estonia, Emiratos Árabes y Estados Unidos, llevando un sabor auténtico de la Patagonia a mesas lejanas.
El respeto y el cariño por la cereza se reflejan en la localidad: un monumento a la cereza da la bienvenida en el acceso principal, y en sus calles es común encontrar puestos donde se venden al por mayor. Además, se pueden degustar innovadoras propuestas culinarias, como la pizza con cerezas que ofrece la cervecería artesanal Viel Glück, famosa por su masa madre y su estilo único.
Entre las chacras que abren sus puertas para el turismo están "6 Hermanas", una de las principales exportadoras, y "La Querencia", pionera en agroecología, donde los visitantes disfrutan de recorridos guiados que concluyen con una merienda entre los frutales. La cooperativa "El Oasis" reúne a pequeños productores familiares que buscan preservar la escala artesanal mientras fortalecen la comercialización.
En 2023, la cereza de Los Antiguos logró un hito histórico: la denominación de origen “Cerezas de Los Antiguos – Patagonia”, que protege y potencia esta fruta como una marca regional reconocida a nivel internacional.
Los Antiguos ofrece a los visitantes tres miradores imperdibles. El mirador del Valle permite admirar las chacras más recientes, el Uendeunk ofrece una vista panorámica del centro urbano desde las alturas, pero el mirador del Lago es la postal más emblemática. Situado al final de la costanera, cuenta con un monumento al salmón, homenaje a otra riqueza local. Este lago no solo es paisaje sino un recurso fundamental para la pesca deportiva de truchas y salmones, que atrae a pescadores de todo el país.
La hospitalidad de Los Antiguos se complementa con una variada oferta gastronómica y hotelera. Varias hosterías ofrecen habitaciones con balcones que dan al lago, muchas con restaurante propio, ideales para quienes buscan relajarse con vistas de ensueño.
Además de la cervecería Viel Glück, otros lugares como Buena Vista Parrilla se destacan por sus cortes de carne y cordero patagónico, junto a postres abundantes que coronan la experiencia gastronómica local. La oficina de turismo local funciona todos los días en horario extendido para asesorar a los visitantes sobre los mejores circuitos, excursiones y alojamientos disponibles.
La ubicación estratégica de Los Antiguos permite a los turistas acceder fácilmente a maravillas naturales y culturales tanto en Argentina como en Chile. Entre las excursiones más demandadas están la visita al Parque Patagonia y la exploración de la Cueva de las Manos, declarada Patrimonio de la Humanidad por sus pinturas rupestres de más de 8.000 años.
El paso internacional Río Jeinemeni conecta Los Antiguos con Chile Chico, desde donde se accede a la famosa Ruta 265, un camino de cornisa que regala vistas panorámicas hasta los embarcaderos para los paseos en barco hacia las Capillas de Mármol, o Catedrales de Mármol, impresionantes formaciones de carbonato de calcio moldeadas por la erosión lacustre que cambian de color según la luz y el nivel del lago.
Las excursiones desde Argentina salen temprano y regresan por la tarde, sin necesidad de pernoctar en Chile. La mejor época para visitarlas es de noviembre a abril, aunque dependen de las condiciones climáticas.
Chile Chico, con su ritmo tranquilo y casas coloridas, es una puerta de entrada a la Reserva Nacional Laguna Jeinimeni. Esta reserva ofrece trekking de 10 kilómetros que incluye paisajes glaciares, fósiles marinos, formaciones rocosas y vestigios arqueológicos. El recorrido pasa por la Piedra Clavada, la Cueva de las Manos y el Valle Lunar, con paisajes que parecen de otro planeta.
En el trayecto, se llega al Mirador del Lago Jeinimeni, con una parada en la laguna de los Flamencos, hogar de decenas de especies de aves, y atraviesa bosques de lengas y bosque andino.
Para quienes quieran aventurarse más, la Ruta de la Carretera Austral conecta con localidades como Cochrane, Coyhaique y Lago Verde, destinos que representan la Patagonia profunda y salvaje.
Desde Neuquén, la mejor opción es volar a Comodoro Rivadavia y luego recorrer unos 600 kilómetros por tierra a través de la estepa patagónica. La ruta incluye la RN 3, pasando por Caleta Olivia, y después la ruta provincial 12 hasta Pico Truncado, para luego tomar la ruta 40 y empalmar con la 43 hasta Los Antiguos.
Viajar en auto implica recorrer más de 1.800 kilómetros por las rutas 237 y 40. También existen opciones en ómnibus con trasbordos en Bariloche o Esquel, más económicas para los viajeros.