Por Agroempresario.com
En apenas seis meses, una pequeña startup israelí llamada Base44, especializada en vibe coding, ha revolucionado el mercado tecnológico y se ha vendido por 80 millones de dólares. Fundada por Maor Shlomo, de 31 años, la empresa demuestra cómo la inteligencia artificial (IA) está potenciando la creación de startups con un rápido crecimiento y gran impacto.
El fenómeno de los “unicornios” —startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares— ha proliferado en los últimos años. Sin embargo, una nueva tendencia apunta a los “solo unicorns” o unicornios unipersonales, donde una sola persona, apoyada en herramientas de IA, podría desarrollar empresas de alto valor sin necesidad de grandes equipos.
Maor Shlomo, fundador de Base44, comenzó este proyecto como un emprendimiento secundario. Su plataforma de vibe coding permite a usuarios sin experiencia en programación crear aplicaciones y juegos, facilitando el desarrollo sin conocimientos técnicos profundos. En tan solo seis meses, Base44 logró captar 100.000 usuarios y concretar alianzas con empresas israelíes destacadas como eToro y Similarweb.
La venta a la empresa Wix —también israelí— incluye un pago de 80 millones de dólares, de los cuales 25 millones se destinan a bonos para retener a Shlomo y su equipo, que actualmente suma seis empleados. Sin embargo, no se han revelado detalles sobre la duración de la permanencia requerida para cobrar dichos bonos.
Este caso pone en evidencia cómo la IA y el vibe coding están transformando el ecosistema emprendedor, permitiendo que empresas jóvenes escalen rápidamente y atraigan inversiones millonarias. La automatización y la eficiencia productiva que ofrecen estas tecnologías son el motor detrás de esta revolución.
Shlomo no es un novato en la escena tecnológica. A los 24 años cofundó Explorium, una compañía de análisis predictivo basada en big data, que también logró consolidarse con éxito. Tras completar su servicio militar en Israel a finales de 2024, decidió no regresar a Explorium y apostó por Base44, que rápidamente demostró su potencial con beneficios de 189.000 dólares en solo dos meses.
Aunque Base44 no es un “solo unicorn” en sentido estricto, ya que cuenta con varios empleados, su crecimiento acelerado es un indicio claro de hacia dónde se dirige la industria tecnológica: menos dependencia de grandes equipos y mayor productividad individual potenciada por IA.
Según expertos, la promesa de la inteligencia artificial es que los agentes de IA serán capaces de automatizar gran parte de los procesos, reduciendo significativamente la necesidad de mano de obra y permitiendo que los emprendedores manejen empresas altamente eficientes y rentables.
Este escenario podría transformar la economía digital global, cambiando la forma en que se crean, gestionan y financian las startups. Sin embargo, la realidad actual muestra que aún queda camino por recorrer para que las “solo unicorns” sean una norma establecida.