Por Agroempresario.com
En el marco del Día de la Bandera, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) elevó un fuerte respaldo al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en medio de la espera por el decreto que oficializará la reestructuración del organismo.
El proyecto gubernamental, que genera preocupación en amplios sectores agropecuarios, apunta a modificar la estructura y autonomía del INTA, una institución clave para la innovación tecnológica y la extensión rural en Argentina. Carbap expresó en un comunicado su “preocupación ante versiones sobre una posible reestructuración del INTA impulsada desde el Gobierno Nacional” y advirtió que “cualquier cambio debe planificarse con inteligencia, diálogo y visión de largo plazo”.
Para Carbap, el INTA enfrenta desafíos tecnológicos, climáticos y productivos que requieren una modernización profunda, pero sin afectar su autonomía ni la red territorial que lo caracteriza. La entidad remarcó que “la autarquía, la gobernanza participativa y la red de Centros Regionales son pilares que han hecho del INTA un referente nacional e internacional” y que esos logros “no pueden ponerse en riesgo por reformas apresuradas o unilaterales”.
La organización rural enfatizó que no se trata de un desmantelamiento, sino de “una transformación seria y responsable que prepare al INTA para los próximos 50 años”, con un enfoque consensuado y participación activa del sector productivo.
El apoyo a esta postura no es exclusivo de Carbap. Otras entidades de peso del agro nacional como CREA, la Asociación Civil Fertilizar, la Cámara Argentina del Maní y la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca) han manifestado públicamente su respaldo al INTA y su rechazo a modificaciones que puedan afectar su funcionamiento autónomo y su capacidad de innovación.
Además, varios gobernadores provinciales han sumado presión en defensa del INTA, subrayando que los cambios no pueden imponerse “desde el Obelisco, y sin diálogo”, en referencia a la capital federal y el Poder Ejecutivo nacional.
Esta demanda por un proceso de modernización dialogado refleja la importancia que el INTA tiene en provincias clave del país para el desarrollo rural, tecnológico y productivo, donde su presencia territorial es fundamental.