Por Agroempresario.com
Desde hace más de 33 años, Argentina se posiciona como líder en la vigilancia y control de enfermedades virales que afectan a los caballos, gracias al trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y haras nacionales. Esta alianza público-privada fortalece la salud equina, la competitividad internacional y la estrategia “Una Salud” que protege a animales, humanos y el ambiente.
La directora del Instituto de Virología del INTA, Karina Trono, destacó la importancia de esta tarea para garantizar el bienestar, rendimiento y productividad de los equinos, a la vez que resguarda el prestigio y la economía del sector hípico argentino.
Argentina es líder mundial en la cría y exportación de caballos. Según Aldana Vissani, coordinadora del Laboratorio y del Convenio INTA-Haras, el país es el mayor productor mundial de caballos de polo, cuarto en caballos Sangre Pura de Carrera y uno de los diez mayores exportadores de equinos en pie. Esta posición estratégica demanda un riguroso control sanitario para mantener la competitividad y el reconocimiento internacional.
Durante la reunión anual del convenio INTA-Haras, realizada en el Hipódromo Argentino de Palermo, se presentaron los avances tecnológicos y científicos en la vigilancia de virus equinos. Se destacó la labor del INTA en el diagnóstico, monitoreo y control de enfermedades virales, incluyendo la reciente encefalomielitis equina del Oeste detectada en 2023.
Gracias a la coordinación con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), se lograron aplicar medidas preventivas tempranas que impidieron la propagación de la enfermedad dentro del país y hacia regiones vecinas, protegiendo tanto a los animales como a la salud pública.
El convenio INTA-Haras impulsó el desarrollo de un servicio especializado en diagnóstico de virus equinos y estableció un sistema de vigilancia para agentes endémicos, exóticos y zoonóticos. Además, se destacó la participación del equipo internacional de la Universidad de Luisiana, representado por Mariano Carossino y Udeni Balasuriya.
Carossino presentó avances en una vacuna vectorial contra el Rotavirus equino A, y una técnica de PCR en tiempo real que permite detectar y caracterizar diferentes cepas de este virus. Esta tecnología ya fue transferida al Laboratorio de Virus Equinos del INTA, mejorando la capacidad local de diagnóstico.
Por su parte, Balasuriya enfatizó la importancia de la correcta toma, preservación y envío de muestras para obtener diagnósticos precisos en los distintos escenarios clínicos veterinarios. Este aspecto es fundamental para una vigilancia eficiente y un control efectivo de brotes.
Otro aporte destacado fue la exposición de Juerguen Ritch, de la Universidad de Kansas, sobre las enfermedades emergentes en veterinaria, con especial atención a la influenza porcina y bovina, peste porcina africana y fiebre del Valle del Rift. Estos estudios permiten anticipar riesgos, comprender el potencial de contagio inter-especies y dimensionar las pérdidas económicas globales vinculadas.
El intercambio internacional y la cooperación científica fortalecen la capacidad de Argentina para responder rápidamente a amenazas sanitarias y preservar el prestigio de su industria hípica.
César Valle, coordinador por Haras del convenio, recordó que hace más de tres décadas la industria hípica argentina necesitaba un laboratorio con respaldo científico y técnico confiable, y hoy ese papel lo cumple el Instituto de Virología del INTA. La colaboración pública-privada potencia la transferencia tecnológica y garantiza la sanidad del rodeo equino argentino en el ámbito global.
La vigilancia y control de enfermedades virales equinas no solo protege a los caballos, sino que también preserva el bienestar de los profesionales, la economía regional y la imagen internacional del país.