Por Agroempresario.com
Jujuy es una provincia que desafía todos los estereotipos paisajísticos. Desde los áridos cerros multicolores de la Quebrada de Humahuaca hasta la selva densa y húmeda de las yungas, su diversidad natural y cultural es única en el país. Para quienes buscan una escapada distinta, intensa y transformadora, existe una manera de unir estas dos regiones emblemáticas: a través de una travesía por la Ruta Provincial 83 o mediante un trekking de cuatro días que se ha convertido en una de las experiencias más buscadas por los viajeros aventureros.
Aunque comparten provincia, la Quebrada de Humahuaca y las yungas jujeñas representan dos universos completamente distintos. Mientras que la quebrada está dominada por montañas secas, suelos rojizos y cactus que sobreviven al sol implacable, las yungas ofrecen una explosión de vegetación, humedad, fauna y un verde que parece infinito. Unir ambos lugares en una sola aventura permite al viajero ser testigo de la transición ecológica más impactante del norte argentino.
La Ruta Provincial 83 es el principal corredor que permite conectar estos dos polos. Parte desde Humahuaca, atraviesa paisajes quebradeños y se interna en los cerros, con curvas y contracurvas que se abren paso hacia el este de la provincia. El trayecto, de aproximadamente 120 kilómetros, puede hacerse en auto, moto o micro y es un plan ideal para quienes deseen recorrer el territorio a su propio ritmo, deteniéndose en los distintos poblados que aparecen en el camino.
El recorrido en auto tiene la ventaja de la libertad: se pueden visitar localidades como Santa Ana, Caspalá, Valle Colorado y Valle Grande, cada una con su impronta cultural y natural. Algunas de estas comunidades fueron reconocidas por su valor patrimonial y su estilo de vida sustentable. En particular, Caspalá fue destacada como uno de los pueblos más lindos del mundo por la OMT en 2021.
Para quienes no disponen de vehículo propio, existe la opción de viajar en micro mediante los servicios de la empresa Armagedón, que ofrece traslados desde Humahuaca hasta Santa Ana y Caspalá. Si bien esta opción es cómoda y segura, tiene la desventaja de que no permite detenerse en los otros pueblos ni en los puntos panorámicos del camino.
Los más intrépidos pueden optar por la experiencia más completa y aventurera: un trekking de cuatro días que une Tilcara con San Francisco, la puerta de entrada a las yungas. Esta travesía a pie no solo implica un desafío físico, sino también una profunda conexión con la tierra y una inmersión total en la diversidad de ecosistemas jujeños.
La ruta inicia en Tilcara, uno de los principales centros turísticos de la quebrada, y a lo largo del recorrido se pasa por parajes como Yuto Pampa, Molulo y San Lucas. Cada jornada permite ver cómo el paisaje va mutando: lo que comienza con tierras secas, espinosas y vientos duros termina con humedad, sonidos selváticos y colores brillantes que anuncian la llegada a las yungas.
En el trayecto, los viajeros se alojan en refugios familiares y comunidades rurales, donde pueden probar platos típicos, conocer costumbres locales y descansar en un entorno de paz absoluta. Finalmente, el camino culmina en San Francisco, donde la exuberancia de la naturaleza sorprende a cada paso.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Quebrada de Humahuaca es una joya que atrae visitantes de todo el mundo. Entre sus principales atractivos están:
Menos conocidas pero igualmente encantadoras, las yungas son la expresión más verde y salvaje de la provincia. Se extienden en la zona oriental de Jujuy y ofrecen al visitante una experiencia de ecoturismo en su máxima expresión. El Parque Nacional Calilegua es la estrella del lugar, con senderos bien señalizados, áreas de camping y una biodiversidad inigualable.
En San Francisco, además, se organizan excursiones a ríos, miradores y cascadas escondidas. La observación de aves y la fotografía de paisajes se vuelven actividades inevitables en este entorno.
Ya sea en vehículo o a pie, recorrer de la quebrada a las yungas es una experiencia inolvidable. La posibilidad de unir en un solo viaje dos mundos opuestos pero complementarios, convierte a esta ruta en una de las aventuras más completas que se pueden realizar en el norte argentino.
La combinación de turismo de aventura, patrimonio cultural y belleza natural posiciona a Jujuy como un destino integral, apto tanto para exploradores como para turistas que buscan reconectarse con la naturaleza y la historia. Para quienes sueñan con paisajes que corten la respiración y caminos que inviten a la introspección, este recorrido es mucho más que una simple escapada: es una travesía transformadora.