Por Agroempresario.com
En el marco del Congreso Somos Pymes, realizado en La Rural de Palermo, Claudio Zuchovicki, presidente de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), ofreció una contundente radiografía de la economía actual y sus perspectivas. Con un mensaje claro y directo, marcó el fin de la era de la especulación financiera y el inicio de una etapa donde “hay que laburar”, priorizando eficiencia, productividad y orientación al consumidor.
Zuchovicki explicó que durante los últimos años las empresas argentinas operaron en un entorno distorsionado, en el que las decisiones se centran más en cómo resguardar valor frente a la inflación que en cómo generar competitividad o crecimiento sostenido. “Antes, el gerente financiero era más importante que el de marketing o ventas. Hoy, la empresa que no mire los costos, pierde”, afirmó ante un auditorio repleto de empresarios, pymes y referentes del sector productivo.
Según el especialista, la baja de la inflación y la estabilidad del tipo de cambio están modificando los hábitos tanto de empresarios como de consumidores. “El consumidor dejó de correr atrás de los precios. Ya no compra por miedo, ahora espera promociones”, señaló. Y agregó: “El que antes ganaba era el que tenía stock. Hoy gana el que entiende al cliente”.
Esta transformación obliga a las empresas a revisar su estructura de costos, buscar eficiencia operativa y repensar su propuesta de valor. “No podemos seguir creyendo que cualquier suba de costos se traslada a precios. Eso ya no pasa. Ahora hay que vender más cantidad para absorber costos fijos. Esa es la verdadera competitividad”, afirmó Zuchovicki, haciendo hincapié en que el nuevo contexto económico requiere decisiones inteligentes y ágiles.
Uno de los grandes desafíos para las empresas, especialmente las pymes, sigue siendo el llamado “costo argentino”. En ese sentido, Zuchovicki apuntó con firmeza contra la carga tributaria. “Hasta los Ingresos Brutos hacen la diferencia hoy”, advirtió. También cuestionó el impuesto a los Débitos y Créditos, conocido como impuesto al cheque, y señaló que “son distorsiones que atentan contra la competitividad real de las empresas”.
El mensaje fue claro: la eficiencia no depende sólo de lo que pasa dentro de las organizaciones, sino también de un ecosistema fiscal y normativo que acompañe.
Zuchovicki destacó además que el escenario financiero también está cambiando. Con tasas de interés reales positivas –es decir, superiores a la inflación–, el crédito puede convertirse en una herramienta útil para el crecimiento, pero sólo si se usa correctamente. “El crédito no es malo en sí mismo. Si lo usás para inversión productiva, generás riqueza. Si lo usás para fiesta, generás crisis”, explicó.
En este nuevo contexto, el mercado de capitales aparece como una vía eficiente para financiar proyectos, especialmente en el caso de las pymes. “Hoy el que tenga acceso a instrumentos financieros puede hacer la diferencia. Pero también hay que educarse para usarlos bien”, insistió.
El mensaje de Zuchovicki fue contundente: el cambio llegó para quedarse y exige un nuevo tipo de liderazgo en las empresas. “Antes la inflación tapaba ineficiencias. Hoy ya no. Hay que mirar los márgenes, trabajar, invertir bien y entender al consumidor”, sintetizó.
Finalmente, cerró con un mensaje esperanzador, aunque con una dosis de realismo: “La Argentina tiene todo para crecer, pero ya no alcanza con especular. Hay que producir, competir y adaptarse”.