Por Agroempresario.com
En un contexto geopolítico dinámico y con señales positivas en la agenda internacional, el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, participa esta semana de su primera cumbre del Mercosur con una mirada optimista: su gobierno considera que el acuerdo comercial entre el bloque sudamericano y la Unión Europea finalmente se cerrará antes de fin de año.
La cumbre, que tiene lugar en Buenos Aires, marca un momento clave en la estrategia exterior de Uruguay. Orsi llegó a la capital argentina tras asistir a la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo Sostenible, celebrada en Sevilla, y desde allí partirá hacia Río de Janeiro como invitado especial de la próxima reunión de los BRICS.
El canciller uruguayo Mario Lubetkin, parte del equipo diplomático que acompaña al presidente, destacó el papel que cumplió la gestión argentina durante la presidencia pro témpore del bloque, a cargo de Javier Milei. Según informó el diario El País, la administración de Orsi evalúa con buenos ojos las decisiones y acciones tomadas por el equipo argentino en materia de integración regional y avances comerciales.
En Uruguay reina el convencimiento de que el 2025 no terminará sin la concreción del acuerdo Mercosur-Unión Europea, que lleva más de 25 años en negociación. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo aseguran que hay “señales muy fuertes” de que el tratado podría cerrarse hacia noviembre, con la colaboración activa de Brasil, que asumirá la presidencia del Mercosur en el segundo semestre del año.
El mandatario uruguayo se reunió recientemente en Europa con Antonio Costa, presidente del Consejo de la Unión Europea, y su canciller Lubetkin hizo lo propio en Roma con su par italiano. Ambos encuentros dejaron un saldo favorable. Uruguay interpreta que hay voluntad política real para avanzar en la firma del tratado comercial, que implicaría la creación de una de las zonas de libre comercio más importantes del planeta.
“Estamos cerca de lograrlo”, dijo Orsi en una entrevista publicada por Clarín, donde destacó el papel clave de la diplomacia argentina en la construcción de consensos dentro del bloque. “Hubo un gran trabajo con extraordinarios resultados. Yo asumí el 1° de marzo y escuchaba versiones críticas sobre el Mercosur, pero estos meses hemos construido un bloque sólido”, explicó.
El presidente uruguayo remarcó que un acuerdo con la Unión Europea y también con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, compuesta por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) significaría un verdadero cambio de paradigma para la región.
Para Orsi, el Mercosur debe modernizarse y pensar a largo plazo. “Nos estamos planteando crear una comunidad de 800 millones de personas entre nosotros y los europeos. Es la primera vez que Europa firma un acuerdo con una región de más de 280 millones de habitantes y cuatro países clave”, señaló, subrayando la importancia estratégica de la iniciativa.
Entre los desafíos futuros, Orsi también mencionó la posibilidad de avanzar en un acuerdo comercial entre China y el Mercosur, aunque aclaró que esta propuesta no debe tensionar las relaciones entre los socios del bloque ni perjudicar su imagen institucional.
“Ese tema quedará para más adelante. No podemos dejar que una negociación con China complique el presente. Lo importante ahora es consolidar lo avanzado con Europa y pensar en cómo reposicionarnos globalmente en el período post-2025”, sostuvo el presidente.
Respecto a los vínculos con Argentina, desde la presidencia uruguaya indican que si bien no está programada una reunión oficial entre Orsi y Javier Milei, el diálogo entre ambos países se mantiene activo. La relación entre los cancilleres —Lubetkin y Diana Mondino, por Argentina— ha sido fluida, permitiendo avances en cuestiones de cooperación bilateral.
“No hay una reunión agendada con Milei, pero las relaciones siguen avanzando por los canales diplomáticos normales. Si eventualmente se da un encuentro entre presidentes, hay muchos temas de cooperación conjunta que se podrían tratar”, expresó Orsi desde Buenos Aires.
El gobierno uruguayo deposita sus mayores esperanzas en la agenda que liderará Brasil en la segunda mitad del año. Con la presidencia pro témpore del bloque en manos del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, las expectativas están puestas en un liderazgo que impulse con fuerza la firma del tratado con la Unión Europea.
La visión del Ejecutivo uruguayo es clara: Brasil puede ser el gran articulador para superar los escollos que históricamente obstaculizaron el cierre del acuerdo, especialmente las preocupaciones europeas en materia ambiental y regulatoria.
En ese sentido, Lubetkin expresó que Uruguay considera que el segundo semestre de 2025 será decisivo, y que no hay margen político ni económico para seguir postergando la integración internacional del bloque.
La participación de Uruguay en foros internacionales y en espacios estratégicos como el Mercosur, los BRICS y la ONU muestra una clara intención de posicionarse como un actor clave en la redefinición del comercio internacional desde América Latina.
En línea con esta visión, Orsi ha señalado que su país quiere ser un “puente entre bloques”, capaz de mediar y facilitar el diálogo entre regiones con visiones distintas pero intereses compartidos.
Uruguay llega a esta cumbre del Mercosur con una postura constructiva, realista y ambiciosa. A diferencia de años anteriores marcados por tensiones internas, el gobierno de Orsi apuesta al consenso regional como vía para alcanzar logros concretos.
El futuro del acuerdo con la Unión Europea no solo representa una oportunidad económica para Uruguay y el bloque, sino también una validación del rol estratégico que puede jugar el Mercosur en un mundo que redefine alianzas y rutas comerciales.