Por Agroempresario.com
La tecnología blockchain, conocida por ser la base del Bitcoin, está impulsando una transformación significativa en la forma en que los argentinos pueden invertir en activos tradicionales como campos agrícolas e inmuebles. La ingeniera en software y especialista en blockchain, Débora Carrizo, detalló en el programa Infobae en vivo cómo la tokenización está abriendo la puerta a una democratización inédita del acceso a la inversión en mercados hasta ahora dominados por grandes jugadores.
La tokenización es un proceso que utiliza blockchain para representar digitalmente activos físicos o tradicionales —como inmuebles, terrenos agrícolas, obras de arte, e incluso recursos naturales— en forma de “tokens” digitales. Estos tokens permiten que dichos activos sean fraccionados y negociados en pequeñas partes, facilitando la participación de pequeños y medianos inversores.
Carrizo explicó que esta tecnología, que comenzó con Bitcoin en 2008, posibilita convertir activos tangibles en unidades digitales accesibles, lo que reduce las barreras de entrada para inversores que antes no podían comprar un campo o una propiedad completa.
“Estamos abriendo con una tecnología nueva inversiones en economía real”, afirmó Carrizo.
Esta innovación puede ser un punto de inflexión para un país como Argentina, que posee abundantes recursos naturales y territoriales aún poco aprovechados en términos de inversión para la población en general.
La tokenización ofrece posibilidades concretas para que inversores individuales participen en mercados tradicionales con menores montos. Según Carrizo, la compra fraccionada de propiedades, bodegas, campos o incluso proyectos vinculados a la energía o metales preciosos será mucho más accesible.
“Si quisiera comprar una bodega, pero no sé nada de vinos ni de exportación, puedo invertir en ella a través de la tokenización”, ejemplificó la experta.
Esta modalidad no solo diversifica las opciones de inversión, sino que permite a pequeños y medianos inversores ingresar a mercados que históricamente han requerido grandes sumas de capital.
Además de democratizar el acceso, la tokenización facilita transacciones directas sin necesidad de intermediarios tradicionales como bancos o agentes inmobiliarios. Esto puede reducir costos, simplificar trámites y disminuir riesgos asociados a la burocracia y la falta de transparencia en algunos casos.
Para Carrizo, la tokenización representa una nueva manera de gestionar inversiones en activos físicos, con mayor agilidad y accesibilidad, especialmente en un contexto económico donde las opciones tradicionales pueden estar limitadas.
Un punto clave que la especialista destacó es la seguridad inherente a la tecnología blockchain. A diferencia de los sistemas centralizados, donde una única entidad controla y almacena la información, blockchain es una red descentralizada que distribuye los datos entre múltiples nodos. Esto evita la manipulación, falsificación o pérdida de información.
“Blockchain es una red descentralizada, no depende de una institución, una empresa o un país”, enfatizó Carrizo.
Esta característica brinda mayor confianza a los inversores, porque las transacciones quedan registradas de forma transparente e inalterable. Además, los tokens pueden aplicarse a múltiples tipos de activos, desde propiedades hasta derechos de autor o vehículos, ampliando su alcance en la economía real.
Aunque la tecnología ofrece ventajas, Carrizo advirtió sobre la importancia de contar con un marco regulatorio claro que proteja a los usuarios. En Argentina, la Comisión Nacional de Valores (CNV) tiene un rol fundamental para supervisar y regular este tipo de inversiones.
“Cuando se compra un token, se debe conocer qué es lo que representa y quién lo respalda”, puntualizó la ingeniera.
En su empresa Real Block, Carrizo asegura que se realizan exhaustivos análisis de compliance para garantizar la legitimidad y transparencia de los activos tokenizados. Asimismo, resaltó la necesidad de que los inversores realicen su propia investigación (“research”), estudiando detalladamente el whitepaper de cada proyecto para entender su funcionamiento y riesgos.
Uno de los sectores con gran potencial es el agrícola. Según Carrizo, la tokenización permite que cualquier persona pueda invertir en campos productivos con montos mínimos, desde 100 dólares, algo impensado antes en un mercado dominado por grandes capitales.
Esta innovación podría favorecer a pequeñas y medianas empresas, que a través de la inversión tokenizada podrían acceder a nuevos recursos para crecer y financiarse. Además, en un contexto de alta inflación y restricciones cambiarias, invertir en activos físicos como inmuebles o tierras agrícolas puede ser una herramienta valiosa para proteger el capital.
La especialista destacó que, si bien esta tecnología ya está revolucionando economías en otras partes del mundo, su impacto en Argentina puede ser aún mayor, dada la necesidad urgente de alternativas financieras y mayor inclusión para inversores minoristas.
La tokenización, impulsada por blockchain, está transformando la forma tradicional de invertir en activos reales, ofreciendo mayor accesibilidad, seguridad y flexibilidad. Para Argentina, esta innovación tecnológica representa una oportunidad única para potenciar su economía real, democratizar la inversión y atraer nuevos actores al mercado financiero.
Débora Carrizo concluyó que este cambio no solo abre posibilidades para los inversores sino que también puede posicionar al país como líder en innovación financiera en América Latina, con beneficios directos para la economía y la sociedad.