Por Agroempresario.com
En un mundo marcado por tensiones geopolíticas, inflación persistente y la necesidad urgente de acelerar la transición energética, Argentina emerge como un destino cada vez más atractivo para inversiones estratégicas en sectores como energía, gas, petróleo, minería y tecnología aplicada. Así lo revela el último informe de PwC sobre el mercado global de fusiones y adquisiciones (M&A), donde se identifica una tendencia clara hacia la búsqueda de activos resilientes, escalables y con potencial de transformación estructural.
El informe de PwC subraya que, a pesar de que el volumen de acuerdos de M&A cayó un 9% en la primera mitad de 2025, el valor total de las operaciones aumentó un 15%, reflejando un giro en las decisiones empresariales: ya no se prioriza la cantidad, sino la calidad de los activos. En este nuevo paradigma, Argentina ocupa un lugar destacado en América Latina como un país con condiciones únicas para proyectos de largo plazo en sectores críticos para la seguridad energética global.
Vaca Muerta, en la Patagonia argentina, y otras regiones ricas en recursos naturales, como San Juan, Salta o Neuquén, ofrecen oportunidades concretas de inversión en hidrocarburos no convencionales, litio y energías renovables, con la posibilidad de escalar en producción y reforzar las cadenas de suministro internacionales.
Uno de los factores clave que impulsa esta transformación es la incorporación de tecnologías emergentes. El informe de PwC destaca el impacto creciente de la inteligencia artificial generativa (GenAI) en el sector energético argentino. Esta tecnología permite reducir costos operativos, optimizar el mantenimiento de activos y mejorar la eficiencia energética, abriendo nuevas fronteras para la innovación empresarial.
Según el estudio, incluso si solo se implementa un 10% del potencial de la GenAI, la eficiencia ganada podría compensar el aumento del consumo energético de los centros de datos, lo que se traduce en una reducción neta de emisiones y en un avance concreto hacia la descarbonización.
Para las empresas energéticas argentinas, esta evolución representa una oportunidad estratégica para capturar capital, atraer nuevos socios y posicionarse como líderes en un ecosistema energético global cada vez más interconectado y tecnológicamente sofisticado.
Ezequiel Mirazon, socio de PwC Argentina y líder del área de Energía, Utilities y Minería, señaló:
“En el sector energético argentino seguimos observando apetito inversor por activos con fundamentos sólidos y potencial de largo plazo. Las compañías que combinan una gestión profesionalizada, cumplimiento regulatorio y una agenda ESG clara siguen generando interés aún en contextos complejos”.
Este cambio de mentalidad se refleja en que los inversores internacionales ya no buscan meras oportunidades de corto plazo, sino activos con visión estratégica, que integren criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), tengan capacidad de escalabilidad y puedan adaptarse rápidamente a las nuevas exigencias de los mercados y reguladores.
Según Ignacio Aquino, socio de PwC Argentina especializado en Deals, América Latina, y en especial Argentina, muestra una tendencia clara hacia el reposicionamiento estratégico en las operaciones de M&A.
“Los compradores priorizan activos que les permitan escalar en eficiencia, adaptabilidad tecnológica y foco sectorial. Esto nos permite inferir que los ‘deals’ que vienen serán más de valor que de oportunidad”, afirmó.
El informe indica que el 51% de las empresas de Estados Unidos están en búsqueda activa de oportunidades de adquisición, impulsadas por la transformación digital y la necesidad de asegurar el acceso a recursos clave. En este escenario, Argentina se destaca por su potencial energético, su riqueza en minerales críticos como el litio y su creciente adopción de tecnología aplicada.
A pesar del contexto favorable, el informe de PwC advierte que para consolidarse como un polo regional de atracción de inversiones, Argentina deberá fortalecer sus marcos regulatorios, mejorar la infraestructura institucional y acelerar los procesos de planificación y ejecución de proyectos. La disciplina financiera, la integración post-adquisición y la planificación de escenarios son elementos centrales para que las empresas logren generar valor sostenible.
Aquino concluye con una visión pragmática pero ambiciosa:
“En un entorno incierto, el mensaje para las fusiones y adquisiciones es claro: guiarse con estrategia, no con miedo. Los líderes más resilientes son aquellos que enfrentan la incertidumbre, establecen metas audaces a largo plazo y actúan con convicción para alcanzarlas”.
En este nuevo ecosistema global, los sectores que combinan tecnología, sostenibilidad y resiliencia son los que están capturando el mayor interés. La infraestructura energética, los activos renovables, la electrificación del transporte y la minería sustentable se posicionan como ejes de crecimiento.
La estrategia energética nacional, la promoción de asociaciones público-privadas y el acceso a mercados internacionales de capital serán determinantes para el éxito de este nuevo ciclo. La coordinación entre el Estado argentino, las provincias productoras, las empresas y el sector científico-tecnológico será clave para lograr un desarrollo equilibrado, con impacto positivo en el territorio.
La visión de PwC plantea que el mercado de M&A no se ha paralizado, sino que ha madurado. En lugar de responder cíclicamente, los acuerdos actuales buscan posicionamiento estructural. Argentina, con sus vastos recursos naturales, su talento humano y su incipiente ecosistema tecnológico, tiene una ventana de oportunidad histórica para atraer inversiones que no solo generen retornos financieros, sino que también promuevan un modelo de desarrollo sostenible, inclusivo y tecnológicamente competitivo.
En este escenario, el país puede consolidarse como un punto de referencia regional en energía, inteligencia artificial aplicada, minería verde y eficiencia operativa, si logra consolidar su marco institucional, ofrecer previsibilidad normativa y desplegar una agenda pública-privada coherente.