Por Agroempresario.com
A tan solo 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, la localidad de Cortínez, en el partido de Luján, se posiciona como una escapada imperdible para quienes buscan buena gastronomía, aire puro y un entorno rural auténtico, todo sin alejarse demasiado. Con menos de 1.500 habitantes, este pueblo conserva su esencia tradicional y suma cada vez más visitantes gracias a su propuesta sencilla y sabrosa.
Fundado en 1888, Cortínez combina historia y tranquilidad. Su boulevar principal, flanqueado por árboles añosos y casas de época, invita a recorrerlo sin apuro. Cada esquina ofrece una postal distinta: vecinos que se saludan, bicis en la vereda, y turistas que llegan en busca de descanso y buen comer.
Entre los grandes atractivos de la localidad está el restaurant Don Obaika, famoso por su menú de campo con entrada, plato principal y postre casero. La experiencia empieza con una picada generosa y empanadas, sigue con pastas o carnes al horno de barro, y termina con postres típicos como flan, budín de pan o pastelitos. Todo se puede repetir. El ambiente es familiar y relajado, y los fines de semana es frecuente ver grupos de motoqueros, incluidos clubes de Harley Davidson, que eligen este punto como parada obligada.
Lejos del turismo masivo de destinos como Carlos Keen o Tomás Jofré, Cortínez mantiene un perfil bajo, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar sin aglomeraciones. Su estación de tren, aún en funcionamiento, aporta un toque nostálgico al paseo y conecta con la historia ferroviaria del país.
Este rincón bonaerense es perfecto para quienes quieren comer rico, desconectar del ritmo urbano y vivir una experiencia auténtica de campo, sin necesidad de viajar horas.