Por Agroempresario.com
En una medida que generó sorpresa y preocupación en el sector agropecuario uruguayo, el Gobierno de Yamandú Orsi decidió suspender las exportaciones de ganado en pie para faena inmediata. La decisión fue oficializada mediante un mail de la Dirección de Sanidad Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y responde, según el ministro Alfredo Fratti, a la necesidad de proteger una industria frigorífica en crisis.
Durante la conferencia de prensa, Fratti explicó que la temporada en curso muestra un repunte significativo de exportaciones que está afectando negativamente el parque de frigoríficos locales, ya golpeado por cierres y reducciones de personal. En 2023 se enviaron 14.621 cabezas al exterior; este año, la cifra ascendió a 22.711 sin finalizar —una alza que, de continuar, podría duplicarse a fines de año.
Según el ministro, seis plantas frigoríficas ya están cerradas y 1.030 trabajadores están en seguro de paro, lo que obliga al Gobierno a imponer la suspensión, temporal y no discriminatoria, acorde a las normas de la Organización Mundial del Comercio.
La medida no fue bien recibida. Las gremiales agropecuarias —como la Asociación Rural del Uruguay y la Federación Rural— argumentaron en un comunicado que el anuncio es “una muy mala señal para el comercio” y “no aporta claridad ni previsibilidad para los productores”.
Más dura fue la reacción del senador Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, quien calificó el argumento de Fratti como “kirchnerista” y afirmó que Uruguay está retomando una senda de intervención directa en el mercado. En su cuenta de X, Bordaberry afirmó: “Así destruyeron los Kirchner a la Argentina; ¡qué irresponsable!”
Fratti defendió la intervención como un acto de salvaguarda de la industria local, no de bloqueo comercial. Aseguró que se trata de una pausa necesaria para reequilibrar precios: “No estamos prohibiendo por país, es una medida momentánea”.
El objetivo es recalibrar el acceso de ganado apto para faena a una industria que enfrenta costos crecientes y falta de materia prima barata. El ministro anunció que consultaría con el presidente Yamandú Orsi y el titular de Economía, Gabriel Oddone, para evaluar si la restricción puede mantenerse o adaptarse.
La incertidumbre generada afecta la imagen del país en los mercados internacionales. Los productores y operadores temen que una medida tan abrupta afecte la confianza de los importadores, dificultando el acceso futuro a los mercados.
Además, en tiempos de desaceleración económica, los productores contaban con la venta en pie como una herramienta válida para capitalizar rebrotes de precios locales. Hoy esa posibilidad está atada a una autorización gubernamental no garantizada.
Revisión en marcha: el Ejecutivo espera propuestas técnicas y llega a liderazgos nacionales para ajustar la medida.