Por Agroempresario.com
La producción pesquera de Japón experimentó un crecimiento del 5 % en 2023, alcanzando un valor total de 1,7 billones de yenes, según revela el Libro Blanco de la Pesca 2024. Este incremento se debe principalmente al aumento en el precio de las sardinas, impulsado por la subida global en el costo de la harina de pescado, una materia prima esencial para la acuicultura.
El sector pesquero marítimo tuvo una producción valuada en 953.400 millones de yenes, lo que representa un aumento del 4 % respecto al año anterior. Por otro lado, la acuicultura marítima creció un 10 %, llegando a los 595.600 millones de yenes, motivada en buena medida por la subida en los precios del alga nori, muy apreciada en la gastronomía japonesa. En contraste, la pesca y acuicultura en agua dulce registraron una caída del 3 %, hasta los 136.300 millones de yenes.
El volumen total de producción pesquera en 2023 fue de 3,83 millones de toneladas, cifra que representa aproximadamente el 30 % de la producción máxima alcanzada en 1984, cuando se lograron 12,82 millones de toneladas. De esta producción, la acuicultura aportó cerca del 23 %, equivalente a unas 880.000 toneladas, pero con un valor significativo de 716.900 millones de yenes, que representa el 43 % del total.
Respecto al consumo interno, la tasa de autoabastecimiento de pescado y marisco comestible en Japón fue del 54 % en 2023, lo que refleja una ligera caída de dos puntos porcentuales respecto al año anterior. Este indicador ha ido en declive desde su pico del 113 % registrado en 1964. Por persona, el consumo anual de pescado y marisco se ubicó en 21,4 kg, disminuyendo en 0,1 kg en comparación con el año previo. Este consumo está muy por debajo del máximo histórico de 40,2 kg registrado en 2001, reflejando una tendencia de más de dos décadas hacia una menor ingesta de estos productos.
El informe también señala un panorama desafiante en materia de comercio internacional. Mientras que las importaciones de productos del mar en 2024 se mantuvieron estables en 2,16 millones de toneladas, su valor aumentó un 2,2 % hasta los 2,06 billones de yenes. Los principales proveedores son China, Chile y Estados Unidos, con productos como salmón, trucha, langostinos, bonito y atún liderando las importaciones.
Sin embargo, las exportaciones japonesas de productos marinos sufrieron una caída del 5,5 % en volumen, alcanzando las 450.000 toneladas, y un descenso del 7,5 % en valor hasta los 360.900 millones de yenes. Este retroceso se explica principalmente por las restricciones impuestas por China a partir de 2023, tras la polémica por el vertido de agua tratada de la planta nuclear Fukushima Dai-ichi. Como consecuencia, las exportaciones hacia China casi cesaron. Los destinos principales para los productos japoneses siguen siendo Hong Kong, Estados Unidos y Taiwán. Entre los productos de mayor exportación destacan las vieiras, la seriola y las perlas.
Un aspecto clave que subraya esta edición del Libro Blanco es el impacto del cambio climático en la industria pesquera japonesa. El aumento de la temperatura del mar y el desplazamiento de las corrientes oceánicas han provocado una caída notable en las capturas de varias especies importantes. Por ejemplo, la paparda del Pacífico, el calamar común japonés y el salmón, especies clave para la pesca nacional, registraron una disminución drástica, pasando de 548.000 toneladas en 2014 a solo 107.000 toneladas en 2023. Esto representa una caída a una quinta parte en menos de una década.